La autopsia revela numerosas cuchilladas en Monika, la joven asesinada el lunes en Salas de los Infantes

El marido de la víctima se entregó inmediatamente después y reconoció que la había agredido con un cuchillo, aunque negó haberla empujado por la ventana de la vivienda, situada en un primer piso.

Según su versión, fue ella misma la que saltó al patio trasero de la vivienda en un intento de escapar de la agresión, donde minutos después la encontró una vecina, aún con vida, aunque ya no pudo hacer nada por evitar su muerte.

Mientras tanto, el marido había abandonado el lugar para dirigirse al cuartel de la Guardia Civil en Salas de los Infantes, situado a unos trescientos metros de la vivienda, donde se entregó. Durante ese recorrido, llamó al servicio Emergencias 1-1-2 para contar lo que acababa de ocurrir en la vivienda familiar.

Todo apunta a que el desencadenante fue la decisión de la mujer de separarse de su marido que, al parecer la maltrataba y también permitía que la amenazara y maltratara su hermano, cuñado de la víctima, detenido y en libertad con cargos acusado de un delito de violencia de género.

La gota que colmó el vaso de la paciencia de la mujer fue el incendio que calcinó el domicilio familiar, donde resultó asesinada Monika Asenova, madre de dos hijas de 14 y 12 años, y que fue enterrada dos días después en San Leonardo (Soria), adonde se había refugiado en casa de su padre y llegó a residir cerca de dos semanas.

Aunque fuentes judiciales han reconocido que la investigación por ese incendio se archivó por considerarlo fortuito, varios vecinos de la localidad insisten en que la mayoría de quienes conocían a la pareja creían que lo había provocado el marido de Monika Asenova.

Tras el incendio, la mujer se fue con sus dos hijas menores de edad a la localidad soriana de San Leonardo Yagüe para vivir con su padre, pero el pasado lunes regresó a Salas de los Infantes y entró en la vivienda, situada en la Plaza Mayor.

Según Diario de Burgos, fue entonces cuando la mujer dijo a su marido que quería dejar la relación, momento en el que el asesino confeso cogió un cuchillo que había en el salón y comenzó a agredirla.