Ocho municipios de Burgos tienen más vecinos en el extranjero que habitantes empadronados

Tanto es así que ocho municipios de la provincia burgalesa tienen más empadronados viviendo en el extranjero que en el propio término municipal. Al menos esa es la información que aportan los datos cruzados del Instituto Nacional de Estadística (INE) del padrón de cada municipio y del PERE (padrón de Españoles Residentes en el Extranjero) a fecha de 1 de enero de 2024.

La Sierra y su entorno es la zona que más sufre esta emigración tanto en volumen de personas exiliadas como en número de localidades afectadas por este fenómeno demográfico. El caso con mayor diferencia se encuentra en Barbadillo del Pez, un pequeño municipio perteneciente al partido judicial de Salas de los Infantes, en la comarca de la Sierra de la Demanda. Allí, la cifra de empadronados en 2023 -los más recientes publicados- refleja 69 habitantes censados.

Pero, según el PERE, son 111 los peloteros -así se les conoce- que actualmente residen en el extranjero. Es decir, los empadronados de Barbadillo del Pez por el mundo superan en 45 personas los que habitan el pueblo. Y no hay que irse muy lejos para encontrar el siguiente caso.

A poco más de 35 kilómetros de allí, a media hora en coche por la N-234 y la BU-825, entre pinares se encuentra Rabanera con un ejemplo menos cuantitativo pero similar al de Barbadillo. El padrón registró 101 rabanerienses en el municipio el pasado año. Pero son más los que viven fuera. En concreto, los empadronados en este pueblo que habitan allende las fronteras españolas ascienden a 122 personas, 21 más que en la propia localidad.

Algo mayor es la diferencia que expone Nebreda, tierra de sabinares en la comarca del Arlanza, cuyo padrón contabilizó 52 residentes en 2023. Sin embargo, son 87 los nebredeños que viven fuera de su pueblo y de España, es decir, 35 más de los que habitan propiamente la localidad. Veinte kilómetros separan Barbadillo de Pineda de la Sierra, otra de las localidades burgalesas que poseen esta particular situación. En concreto, son el último padrón disponible apunta a 95 personas empadronadas en el municipio para un total de 110 pinedanos residiendo en el extranjero, quince más que en el pueblo.

Ya por debajo de las dos cifras de diferencia entre habitantes empadronados en el territorio y los propios que residen fuera de las fronteras españolas se encuentra Jaramillo Quemado -conocido por su velocidad de votación en las citas electorales- con diez personas inscritas en el padrón municipal y 18 en el de extranjero.

En Montes de Oca, San Vicente del Valle posee tres habitantes más viviendo en fuera del pueblo (32) y del territorio patrio que en el propio municipio (29). De vuelta en La Demanda, la zona con más residentes fuera de sus localidades, Monterrubio posee dos empadronados más en el extranjero que los 58 que figuran en el último padrón municipal. Por poco pero en esta misma coyuntura, La Bureba tiene su propio ejemplo en Castil de Peones, donde hay 27 inscritos en el PERE por 26 empadronados en el municipio.

La lógica dicta que cuanto mayor número de población existe una mayor probabilidad y cantidad de personas que se muden al extranjero. Y en este caso, coincide con la realidad.

Las dos estadísticas del INE permiten corroborar que las tres grandes ciudades con las que cuenta la provincia, Burgos capital, Aranda de Duero y Miranda de Ebro, son los tres municipios con mayor número de residentes empadronados más allá de las lindes españolas.

Para la ciudad burgalesa, la población residente en el extranjero no supone un gran volumen de su total. Así, Burgos mantiene 9.535 personas (5,5%) de habitantes fuera de la ciudad, por los 1.109 (3,3%) de arandinos que residen lejos de la villa ribereña o los 902 mirandeses (2,5%) en esta misma situación.