Raúl Galán : «La N-120 es una carretera objetivamente bastante segura»

Una situación que ha puesto el foco sobre la nacional, cuya conversión en autovía entre Burgos y La Rioja lleva años de retraso. Sin embargo, el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, pide que no se lance un «mensaje de pánico», pues «no se puede decir que tenemos un problema especialmente grave en la N-120», que es una «carretera objetivamente bastante segura».

Para empezar, son tres de los 19 accidentes registrados en 2022 los que se han producido en la N-120, en el tramo pendiente de autovía. «Otros años han sido más», explica Galán, pero han llamado menos la atención. Y eso teniendo en cuenta que es una carretera con mucho volumen de tráfico, muchos camiones y que, por sus características, es «potencialmente peligrosa».

Galán admite que siendo autovía alguno de los accidentes ocurridos no habría sido mortal, pero recuerda que si bien a la DGT le encantaría que todas las vías fueran de alta capacidad, más seguras, esa decisión queda al margen de sus competencias. Por ese motivo, vuelve a pedir a los conductores prudencia y que adecúen la conducción a las condiciones de la vía.

Los accidentes mortales ocurridos en la N-120, como la inmensa mayoría de los registrados el pasado año, han tenido como factor fundamental una «conducta inapropiada». Estamos hablando de conducción distraída, cansancio, somnolencia, en unos casos, o de adelantamiento antirreglamentario. También, no respetar la prioridad de paso, como ocurrió en Melgar.

Y eso tiene sus consecuencias, más graves en carreteras nacionales. Un despiste acaba con más probabilidad en una colisión frontal, que son las que han llevado a la muerte a los conductores accidentados el pasado año en la N-120 (y sus acompañantes). Eso sí, la mayor parte de los fallecidos se han producido en una salida de vía, 12 de los 19 siniestros, con 14 muertos.

Fueron 4 las colisiones frontales, que dejaron 5 fallecidos, y otras 2 laterales o frontolaterales, con 2 fallecidos. Además, en tres accidentes resultaron muertos el conductor y un acompañante. Fueron los ocurridos en Viloria de Rioja (N-120), Espinosa del Camino (N-120) y Valle de Tobalina (BU-520). En total, perdieron la vida 17 conductores, 4 pasajeros y un peatón.

Como es habitual, las carreteras convencionales acumulan el mayor número de siniestros mortales, con 19 de los 22 fallecidos el pasado año. La A-1 ha registrado los únicos tres accidentes en autovía, en Quintanilla de la Mata, Pardilla y Aranda de Duero. Mientras, ha habido tres muertos en carreteras de la Diputación, en Santa María del Campo, Ibeas de Juarros y Valle de las Navas.

Son 11 los fallecidos en carreteras del Estado. Además, de los cinco muertos en la N-120, y los tres de la A-1, han registrado sucesos fatales la N-627 en Úrbel del Castillo y la N-122 en Aranda. Y son siete los ocurridos en vías de la Junta, en Medina de Pomar (BU-550), Valle de Valdebezana (BU-564), Roa (BU-112), Valle de Tobalina (BU-520), Regumiel de la Sierra (CL-117), Valle de Mena (CL-629), Santa María del Invierno (BU-702).