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La exabadesa de Belorado, junto a otras de las excomulgadas, saliendo del juzgado de Burgos. Ricardo Ordóñez / Ical
Las monjas cismáticas de Belorado niegan haber recibido la pensión de ninguna religiosa muerta

Las monjas cismáticas de Belorado niegan haber recibido la pensión de ninguna religiosa muerta

Las exclarisas atacan de nuevo al arzobispo de Burgos y denuncian «los continuos ataques de denigración que han sufrido las monjas. Estos incluyen publicaciones y rumores infundados que las vinculan con actividades como prostitución, lesbianismo, hijos o relaciones secretas»

Viernes, 24 de enero 2025, 19:08

Tras la confirmación del Arzobispado de Burgos que asegura que se han detectado movimientos bancarios sospechosos en las cuentas de las monjas cismáticas de Belorado que podrían estar vinculados al cobro de la pensión de una religiosa de la orden fallecida en 2022, las excomulgadas no han tardado en dar una respuesta. Y lo han hecho atacando de nuevo al arzobispo y defendiendo su inocencia.

«Desde junio de 2024, las hermanas de la comunidad monástica de Belorado han perdido el control de las cuentas bancarias abiertas a nombre de la entidad», comienza el comunicado remitido a la prensa por las exclarisas. De esta forma, señalan al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, que asumió el control de estas cuentas cuando estalló la ruptura de estas monjas con Roma.

Las cismáticas recalcan que el arzobispo sus cuentas, «incluyendo aquellas donde se depositan las pensiones de las hermanas mayores» y lanzan una acusación: «Tenemos constancia de que algunas pensiones continúan ingresándose en las cuentas de la comunidad sin llegar a sus legítimas beneficiarias (las monjas vivas). Desconocemos el destino que el arzobispo da a estos fondos, ya que a las hermanas clarisas se les ha negado el acceso a dichas cuentas, privándolas de cualquier conocimiento sobre los movimientos realizados».

Reconocen en este escrito que sí recibieron el cobro por parte de la Seguridad Social de algunas pensiones correspondientes a algunas hermanas fallecidas, pero explican que se lo ingresaron por «error» y manifiestan rotundamente que esta irregularidad «fue corregida rápidamente por la Administración, que recuperó los importes indebidamente ingresados». En este sentido recalcan que «no se ha abierto ningún expediente ni se han impuesto sanciones por esta situación».

No obstante, afirman que desde el fallecimiento de las hermanas hasta la fecha actual, no les consta que «la Seguridad Social haya ingresado pensiones en las cuentas de la comunidad a nombre de alguna difunta». Eso sí, responsabilizan de nuevo al Arzobispado de Burgos, exponiendo que para comprobar ese extremo sería necesario revisar los movimientos bancarios correspondientes, «algo imposible debido a la negativa del arzobispo a permitir el acceso a dichas cuentas».

Las exmonjas denuncian «ataques denigrantes»

Tras dar por explicado el asunto del supuesto cobro de pensiones de monjas ya fallecidas, las exclarisas lanzan una denuncia por lo que consideran «continuos ataques de denigración que han sufrido las monjas». Y enumeran una serie de cuestiones que, según consideran, son una agresión contra ellas. Se refieren a «publicaciones y rumores infundados que las vinculan con actividades como prostitución, lesbianismo, hijos o relaciones secretas, supuestos delitos, cobro indebido de pensiones, y la existencia de supuestas abadesas rivales que desconocemos».

Y van más allá, porque aseguran ser víctimas de «campañas de reseñas negativas en Internet desde cuentas falsas o de reciente creación, la aparición de drones y cámaras no autorizadas en el entorno del convento, seguimientos en espacios públicos y ciberataques a sus cuentas de correo electrónico».

Sin embargo, también dejan espacio en su comunicado para hablar del apoyo que reciben. «El término Monjas de Belorado ya es uno de los más atacados y vilipendiados del mundo virtual, pero al mismo tiempo está cosechando un amplio número de simpatizantes y seguidores que crece de manera constante e imparable en todo el territorio», confiesan

No podía faltar en sus manifestaciones un dardo para la prensa ya que, según las exclarisas, «una minoría de periodistas no ha mostrado el rigor o la ética profesional necesaria, publicando bulos o informaciones sin pruebas suficientes. Consideramos estas acciones como ataques de denigración que van en contra de los códigos deontológicos periodísticos de nuestro país».

Para las monjas cismáticas, «la difusión de rumores o información infundada», es síntoma de «la desesperación de ciertos responsables eclesiásticos al saber que el monasterio nunca les ha pertenecido ni les pertenecerá». Y todo ello mientras se encuentran inmersas en un proceso de desahucio que todavía no ha llegado a su fin y que ha sido pospuesto por el juez al no poder notificar la demanda a todas las exclarisas implicadas. Si se resuelve a favor del Arzobispado de Burgos, las monjas excomulgadas deberán abandonar el convento de Belorado.

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