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Normalidad y tranquilidad eran dos de los términos más utilizados por los usuarios del hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro después de que esta mañana Sanidad confirmara el segundo caso en Miranda y el tercero en la provincia. En urgencias, tan solo cuatro personas ... esperaban a su turno, mientras que en los principales pasillos, los pacientes y familiares paseaban con normalidad.
Fue el personal de información quien se encargaba de dar tranquilidad. «No soy la idónea para informar, pero veo normalidad en el hospital», señalaban nada más entrar. Otro punto de parada, en la cafetería, los profesionales sí que reconocían una menor afluencia. «Deberíamos hablar más del partido de esta noche del Mirandés que del coronavirus. Nos está afectando ligeramente», apuntan las camareras, que no han visto ningún indicio de inquietud. Tan solo geles desinfectantes en varios puntos concretos.
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Otro de los asiduos al hospital son los trabajadores de la ONCE. Esta mañana, como cualquier día, han estado repartiendo la suerte y sin ningún tipo de alarma. «Tan solo he visto a un médico con mascarilla, pero no tiene nada que ver con el coronavirus», concluye desde el Santiago Apóstol.
En el hospital se encuentra ingresado un riojano, desde el pasado domingo, con positivo de coronavirus, y esta mañana se ha confirmado un segundo caso, el de un hombre que entró con otra patología y ha dado positivo. En total son cuatro en la provincia, con el de la enfermera afincada en Burgos aunque trabajadora de Vitoria, que se encuentra en el HUBU, y un hombre en aislamiento domiciliario por estar en contacto con un contagiado.
Aunque primer la normalidad en el Santiago Apóstol, los sanitarios sí que están preocupados por los dos casos de coronavirus, sobre todo después de que el segundo paciente haya dado positivo cuando estaba ingresado por una patología completamente diferente. Hay inquietud y, por lo que respecta a los enfermeros, ya se ha mostrado publicamente su malestar por la falta de equipamientos de protección (EPIS).
En un comunicado, el Sindicato de Enfermería SATSE afirma que no hay suficientes EPIS, que están teniendo que reciclar las mascarillas y que las batas, que deberían ser resistentes a líquidos, son desechable. También critican que no se haya establecido un protocolo de actuación intrahospitalario claro y que, en algunos casos, se estén tomando decisiones «sobre la marcha».
El hospital Santiago Apóstol mantiene a los pacientes con positivo aislados pero en planta, insiste el sindicato, y finalmente se ha descartado cualquier traslado a otro centro hospitalario como el HUBU (que tiene una planta habilitada para la ocasión) por criterios clínicos, pues hay mucho más riesgo epidémico, afirman. Aun así, los sanitarios se muestran «inquietos, indignados y desinformados», apunta el sindicato.
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