Cual ave fénix que resurge de sus cenizas, cada año una nueva talla de una enorme y característica sardina renace en Miranda, coincidiendo con el final de los festejos carnavalescos. Un renacer efímero que inevitablemente deriva en el pez reducido de nuevo a cenizas, pues ... tal y como manda esta tradición pagana, al término del desfile de Carnaval, el pez ha de arder en la hoguera.
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Así lo determinaron los estudiantes murcianos que en el año 1851 organizaron un cortejo fúnebre para celebrar, en forma de parodia, el paso a un periodo de mayor libertad. Aunque probablemente no imaginaron que aquella broma perduraría con arraigo no solo en Murcia, sino en todo el territorio nacional hasta el día de hoy.
Un entierro festivo
Este martes, 21 de febrero, Miranda también ha organizado, como cada año, su particular Entierro de la Sardina y esta vez con aires del Sur. No en vano, la enorme sardina creada para la ocasión por el Grupo Carrocero Arcoíris portaba un vestido flamenco que no ha olvidado los colores mirandeses por excelencia —el rojo y el negro— para, antes de prender, rendir un bonito homenaje a la Lola Flores.
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La Faraona ya habría cumplido sus cien años este mes de enero y Miranda no se ha olvidado de su arte. Así, convocadas a las 20:00 horas en el parque Antonio Machado, centenares de personas han acompañado al cortejo fúnebre más flamenco en su recorrido por las calles de Miranda: desde el parque, hasta el Río Ebro, pasando por las calles de La Estación, Real Allende, Real Aquende, la Plaza de España —donde se ha repartido el tradicional bollo preñado, en esta ocasión, a beneficio de FRATER—, el Puente Carlos III, la calle Bilbao y Santa Lucía.
Pese a lo lúgubre del nombre con el que se bautizó el acto, lo cierto es que en el Entierro de la Sardina ha imperado el ambiente festivo, en buena parte, gracias a la música de charanga que, en voz de Los New Gufis y Los Chipirones, ha acompañado al cortejo en todo su trayecto. Aunque la lluvia amenazaba con ser otra compañera, la climatología ha respetado durante todo el acto propiciando un cierre perfecto para un Carnaval que ha recuperado la absoluta normalidad y cuyo recuerdo quedará entre los rescoldos de 'La sardina Olé'. Será este miércoles, pues, cuando el cielo mirandés llore la pérdida con la llegada de una nueva borrasca.
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