Los niños llevan a Miranda un Carnaval lleno de música y color

Y no es para menos. Niños como Daniel, estudiante de primero de Primaria, no desfilaban por las calles del municipio desde el pasado febrero de 2020, antesala del fatídico marzo que por todos es conocido. Lo que sucedió después como consecuencia del estallido de la pandemia del coronavirus, ya forma parte de la Historia; de un relato que, a niños como Daniel, les robó la posibilidad de disfrutar de fiestas como la de Carnaval. No en vano, la última vez que los niños de su generación disfrutaron de la efeméride también cursaban primero, pero de Educación Infantil y, por lo tanto, resulta bastante complicado que guarden algún recuerdo definido.

«Estoy muy contento de desfilar junto a mis amigos y niños de otros coles porque la última vez que pudimos desfilar todavía era muy pequeño», reconocía el niño. A su lado, un sinfín de personajes encarnados por menores y maestros que no han desperdiciado la ocasión de acudir en masa al punto de encuentro y de partida de la comitiva.

Niños disfrazados de animales marinos, de personajes fantásticos como los gnomos, de Minions y hasta de Picasso han acudido a la cita propuesta por el Consistorio. A las 18:00 horas de este 17 de febrero, puntuales a la cita, llenaban de color las calles de la ciudad con esos disfraces que preservan la tradicional esencia de la manufactura. Bolsas de basura, material escolar, fieltro… cualquier elemento parecía óptimo para dejar volar la creatividad de los niños, las familias y los docentes que no han defraudado con sus propuestas.

Desde el pabellón del Ebro y acompañados de la música de las charangas New Gufis, D.K.I.E y Los Txipirones, así como de los ritmos de Batuskirla Batucada y Los Gurús, han desfilado hasta el parque Antonio Machado donde les aguardaba una animación musical infantil a cargo de Infinity Party Man. Tanto los niños como sus familiares lo han dado todo en una jornada que precede la eclosión de la fiesta que, previsiblemente, tendrá lugar en la tarde de este sábado, 18 de febrero, con el desfile de disfraces extrapolable a toda la población mirandesa en su conjunto, que también acaparará el panorama mirandés.