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Poco ha durado el entusiasmo por la reapertura del Centro Sociocultural de Mayores (CSM) en Miranda de Ebro. Clausurado hace más de dos años y medio con motivo del estallido de la pandemia de coronavirus, el pasado viernes, 30 de septiembre, el CSM ... reabrió sus puertas al público con un aspecto completamente cambiado, no solo a nivel estético por las obras de rehabilitación del inmueble, sino también por sus renovados recursos humanos.
En efecto, el Centro reinicia su andadura con una nueva plantilla que excluye al personal que durante dos décadas acompañó a los usuarios de este servicio sociocomunitario. Es por eso que los ya ex-empleados del centro han emitido un comunicado en el que se preguntan «y ahora, ¿qué?».
En el escrito explican que después de este tiempo en el que el CSM ha permanecido cerrado mientras la plantilla aguardaba expectante explicaciones concretas relativas a su situación, «ha llegado el momento de expresar nuestro malestar por el devenir de los acontecimientos que nos ha sobrevenido».
Asimismo, la noticia ha sorprendido a buena parte de la ciudadanía mirandesa que no ha tardado en reaccionar ante la publicación del comunicado en redes sociales. Muestras de apoyo y críticas al Consistorio se han sucedido entre los comentarios del post donde incluso ha intervenido Izquierda Unida Miranda. Según explica este grupo político, cuando el centro cerró al decretarse en 2020 el primer estado de alarma, el Ayuntamiento no había renovado el contrato.
«Se tardó tanto en hacer el pliego y en adjudicar el servicio que, según hemos estado estudiando, se ha podido pasar el plazo que obliga a la nueva empresa a subrogar a la plantilla que estaba trabajando en el servicio», apuntan en su comentario. Asimismo, señalan al recorte presupuestario para la gestión del centro que implica una rebaja de apenas el 4 por ciento sobre el precio máximo establecido en 146.241 euros.
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Desde el Ayuntamiento niegan que dicha rebaja sea la responsable del despido del personal. Según explica Pablo Gómez, el Concejal de Servicios Sociales, «de acuerdo al convenio, la nueva empresa gestora no puede reducir la plantilla, pero por algún motivo que yo desconozco, han optado por contratar a otras personas que no son las que venían trabajando con la anterior empresa». Además, Gómez también aclara que el Ayuntamiento adjudicó el pliego antes del 1 de septiembre para que los trabajadores pudieran tener el derecho a la subrogación recogido en el convenio.
Sea como fuere, lo cierto es que el personal del CSM se despide forzosamente de su trabajo y a pesar de que reconocen haber intentado «que esta bonita aventura pudiera continuar […], lamentablemente varias decisiones ajenas nos han obligado a tener que deciros adiós».
«El equipo de trabajadores/as que durante los últimos 20 años hemos formado parte de la familia del Centro Sociocultural de Mayores, ante la realidad actual por la que no nos permiten seguir formando parte de la misma, y tras dos años de silencio y respeto, escuchando las directrices y esperanzas (a la postre falsas) que desde diferentes estamentos se nos han ido dando, creemos que ha llegado el momento de expresar nuestro malestar por el devenir de los acontecimientos que nos ha sobrevenido y despedirnos de todas y cada una de las más de 900 personas usuarias que cada año habéis hecho del CSM vuestro lugar de encuentro y desarrollo personal, de las más de 70 entidades, colegios, institutos, guarderías, asociaciones, colectivos.... con las que hemos tenido la suerte de colaborar y haber compartido este camino.
Han sido 20 años trabajando codo con codo y pensando siempre en vosotros/as, logrando hacer realidad ideas inverosímiles deseando dejar huella en cada uno de vosotros/as, superando con esfuerzo, imaginación, trabajo en equipo y apoyo mutuo cada reto, pensando siempre en el bienestar de todos/as y cada uno/a de los integrantes de esta gran familia no sólo dentro CSM sino en la ciudad. Hemos intentado durante estos últimos años, con todas nuestras fuerzas y elementos que hemos tenido a nuestro alcance, en función de la poca información (y en ocasiones no veraz), que esta bonita aventura pudiera continuar donde nos obligaron a dejarla. Hace ahora dos años nuestro mensaje fue: «Esperemos que no sea un adiós, que solo sea un hasta luego» lamentablemente varias decisiones ajenas nos han obligado a tener que deciros adiós. Esperando que en este futuro ahora totalmente incierto podamos seguir trabajando por, para y sobre todo con las personas de Miranda con la misma ilusión que siempre, solo nos queda agradeceros todo vuestro apoyo.»
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