

Secciones
Servicios
Destacamos
El agua que sale del grifo de 39 localidades de la provincia de Burgos no es apta para el consumo humano al sobrepasar el límite de nitratos establecido. Es la conclusión del estudio realizado por el grupo de Polímeros de la UBU tras analizar 146 muestras entre enero y abril de este año. Por tanto, un 27% de ellas no debería consumirse.
Además, los investigadores han tomado otras 83 muestras de distintas fuentes de varios pueblos burgaleses, concluyendo que 34 de ellas no son aptas para beber. Estos resultados implican que al menos 53.341 personas de la provincia de Burgos, según el censo del INE de 2023, pueden estar expuestas a aguas no válidas para el consumo.
En este mapa se pueden observar los municipios en los que la cantidad de nitratos rebasa el límite establecido, haciendo que el agua del grifo de esa localidad no sea apta para el consumo:
Estos son los resultados de un proyecto de ciencia ciudadana en el que cientos de personas han colaborado aportando más de 300 muestras de agua de la provincia, que han sido analizadas en los laboratorios del grupo de Polímeros de la Universidad de Burgos.
50 miligramos por litro es la concentración máxima establecida por ley para los nitratos, compuestos cuya contaminación no es fácil de detectar en las aguas dado que no aportan color, olor ni sabor.
El agua de la capital burgalesa es la que menos nitratos presenta de las estudiadas, con concentraciones por debajo de 1 miligramo por litro. En el resto de la provincia, las localidades que lo superan son 39 y algunas lo llegan a triplicar. Una de ellas es Aranda de Duero, que en las calles Pío XII y San Francisco donde se han registrado 58,20 y 53,19 miligramos de nitratos por litro de agua respectivamente.
Otros municipios de la provincia son: Avellanosa del Páramo, con 94,15; Campillo de Aranda, con 57,67; Castrojeriz, con 66,40; Citores del Páramo; con 103,35; Fuentecén, con 79,78; Fuentelcésped, con 51,23; Guadilla de Villamar, con 115,79; Gumiel de Izán, con 48,21; La Nuez de Abajo, con 55,25; Las Celadas, con 91,41; Los Tremellos, con 73,20; Madrigalejo del Monte, con 55,28, Manciles; 72,56, Mecerreyes, con 55,59; Nebreda, con 77,92; Olmos de Picaza, con 65,39; Pedrosa de Río Urbel, con 85,82; Pineda Trasmonte, con 81,14; Quintanilla de Riofresno, con 103,46; San Pedro Samuel, con 102,87; Sanitbáñez de Zarzaguda, con 59,68; Sasamón, con 83,05; Solarana, con 78,26; Solduengo de Bureba, con 112,96; Susinos de Páramo, con 67,26; Torrecitores de Enebral, con 91,28; Torrepadre, con 51,72; Valbonilla, con 96,81; Villamayor de Montes, con 78,37; Villanueva de Odra, con 96,20; Villasandino, con 100,56; Villasuso, con 54,67; Villatuelda, con 134,35; Villegas, con 91,99 y Villorejo, con 76,42.
Los nitratos no son fáciles de detectar debido a su condición incolora, inholora y sin sabor. Su concentración máxima, según la ley, es de 50 miligramos por litro; sin embargo, la UBU ha medido que en muestras de fuetes y de otro tipo de orígenes también se superan estos niveles, incluso duplicándolos, pasando a ser agua no apta para el consumo humano.
De las 83 fuentes analizadas, 34 (un 41%) han resultado en niveles por encima de lo permitido para el consumo. De las 30 muestras de orígenes variados, como pozos, manantiales y ríos, 13 (un 43%) han superado los límites establecidos. Además, más de una quincena del total de las muestras presenta un nivel de más de 100 miligramos por litro.
A continuación, el mapa de fuentes públicas que se están utilizando en la actualidad pero cuyo nivel de nitratos hace sus aguas no aptas para beber:
Las personas que han aportado las muestras y los ayuntamientos de las localidades burgalesas han sido informados por los investigadores de los datos obtenidos. «Aunque las administraciones estaban al tanto de muchos de los datos, en numerosas localidades los residentes seguían consumiendo agua del grifo sin saber que no era apta para el consumo», señala el doctor Saúl Vallejos, director del grupo de Polímeros, «otros optaban por fuentes naturales, creyendo que el agua era de mejor calidad, sin percatarse de que los niveles de nitratos eran aún más altos en ellas».
Los investigadores recomiendan evitar beber las aguas afectadas por niveles altos de nitratos. En cuanto a las autoridades competentes, se recomienda realizar contraanálisis para verificar los resultados, informar a la población y tomar las medidas que se consideren necesarias para paliar esta amenaza de la salud pública.
Las contraindicaciones para la salud asociadas a su consumo incluyen efectos tóxicos a corto plazo para lactantes y mujeres embarazadas (siendo los menores de 6 meses los que más riesgo padecen) como la metahemoglobinemia, y, a largo plazo, algunos estudios lo asocian a un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal y de próstata.
Los estudios estiman que esta situación anómala y perjudicial del agua puede afectar a más población ser más si se tienen en cuenta los periodos vacacionales con visitantes, oriundos que regresan, turistas… Además, Ecologistas en Acción añade que la población afectada, tanto en la provincia de Burgos como a nivel nacional, podría ser mayor. Aseguran que «voluntarios y voluntarias de Ecologistas en Acción demuestran que el control analítico por parte de las administraciones competentes es insuficiente. Entre otros, debe mejorarse sin dilación el control de la contaminación por nitratos de fuentes públicas no tratadas y manantiales que son habitualmente utilizados por la ciudadanía».
El cruce de datos del Ministerio de Sanidad de contaminación del agua de consumo humano de 2021 con los animales de granja censados en los municipios con estos problemas, apuntan directamente a que el origen de este tipo de contaminación fue la ganadería industrial.
A esta hay que sumar la contaminación difusa agraria generada por el uso masivo de fertilizantes en la agricultura, especialmente en el regadío. «No es posible concluir cuál de las dos fuentes de contaminación tiene más peso en el deterioro de la calidad del agua de consumo humano. Los municipios afectados se suelen caracterizar por albergar una elevada cabaña ganadera, mayoritariamente en intensivo», señalan desde Ecologistas en Acción.
La zona de La Bureba, donde se ubican la mayor de los pueblos con exceso de nitrato en el agua de abastecimiento en Burgos, se caracteriza más por ser una gran zona agrícola que ganadera.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a BURGOSCONECTA!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en BURGOSCONECTA.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.