Doce pueblos de Burgos y más de 600 vecinos beben agua con nitratos

La comarca de La Bureba es la más afectada por este problema. De los siete pueblos que el estudio de Ecologistas en Acción marca como localidades con agua de abastecimiento contaminada por nitratos, cuatro están en esta comarca burgalesa. Son Barrio de Díaz Ruiz; pedanía de Los Barrios de Bureba, la propia localidad de Los Barrios de Bureba, Grisaleña y Cornudilla, pedanía de Oña.

Los otros pueblos con agua de abastecimiento con exceso de nitratos son Montañana, pedanía de Miranda de Ebro; Lodoso, pedanía de Pedrosa de Río Úrbel; y Nebreda, localidad cercana a Lerma.

En cuanto al estudio realizado por el Grupo de Polímeros de la Facultad de Ciencias de la UBU, al menos cinco localidades de las 18 analizadas, suspenden en su nivel de nitratos en aguas de consumo. Estas se encuentran, por su parte, en la comarca del Alfoz, como son Avellanosa del Páramo, Susinos del Páramo, Tobar y la Nuez de Abajo. Pero una más, Solduengo, vuelve a situarse en la comarca de La Bureba. Todas ellas arrojan concentraciones de nitratos por encima de los 50 miligramos por litro establecidos como valor máximo.

Este límite ha sido fijado para prevenir en la población el efecto tóxico a corto plazo llamado metahemoglobinemia, un trastorno sanguíneo en el que los bebés de menos de seis meses y las mujeres embarazadas son los grupos de mayor riesgo.

Los estudios estiman que esta situación anómala y perjudicial del agua afecta a unos 602 vecinos, la población censada. Pero pueden ser más si tenemos en cuenta los periodos vacacionales con visitantes, oriundos que regresan, turistas…

Además, Ecologistas en Acción añade que la población afectada, tanto en la provincia de Burgos como a nivel nacional, podría ser mayor. Aseguran que «voluntarios y voluntarias de Ecologistas en Acción demuestran que el control analítico por parte de las administraciones competentes es insuficiente. Entre otros, debe mejorarse sin dilación el control de la contaminación por nitratos de fuentes públicas no tratadas y manantiales que son habitualmente utilizados por la ciudadanía».

La información cartográfica aportada por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, indica que en la provincia hay una docena de puntos de agua superficial al límite en cuanto a la concentración de nitratos. Esta docena de zonas presenta agua con entre 20 y más de 50 mg de nitratos por cada litro de agua. En cuanto a las zonas de aguas subterráneas, hay más de 20 zonas con más de 25 miligramos de nitratos por cada litro de agua.

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La contaminación ambiental y sus consecuencias para la población, que ven alterada su vida por cortes en el suministro de agua potable y pueden sufrir consecuencias adversas en su salud, es analizada en España por el Ministerio de Sanidad y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Datos correspondientes al control analítico de 2022 indican que el 11% de las aguas superficiales están contaminadas por nitratos con concentraciones superiores a la norma de calidad ambiental. En el caso de las aguas subterráneas, el porcentaje asciende al 37%.

Datos del Ministerio de Sanidad señalan que, en 171 municipios españoles, responsables del suministro de agua potable se detectó en alguna de sus redes de distribución valores de nitratos por encima de los 50 mg/l permitidos por la normativa, lo que afectó a 214.851 habitantes.

El valor límite máximo de presencia de nitratos en el agua de consumo humano es de 50 mg por litro. Este límite es el que marca la legislación europea y española. Pero desde Ecologistas en Acción señalan que hay estudios recientes que concluyen que «no es lo suficientemente precautorio y debiera de reducirse para proteger la salud humana de manera más eficaz, haciendo responsables económicos a los causantes de la contaminación, de acuerdo con el principio de quien contamina paga».

El cruce de datos del Ministerio de Sanidad de contaminación del agua de consumo humano de 2021 con los animales de granja censados en los municipios con estos problemas, apuntan directamente a que el origen de este tipo de contaminación fue la ganadería industrial.

A esta hay que sumar la contaminación difusa agraria generada por el uso masivo de fertilizantes en la agricultura, especialmente en el regadío. «No es posible concluir cuál de las dos fuentes de contaminación tiene más peso en el deterioro de la calidad del agua de consumo humano. Los municipios afectados se suelen caracterizar por albergar una elevada cabaña ganadera, mayoritariamente en intensivo», señalan desde Ecologistas en Acción.

La zona de La Bureba, donde se ubican la mayor de los pueblos con exceso de nitrato en el agua de abastecimiento en Burgos, se caracteriza más por ser una gran zona agrícola que ganadera.