La llegada de inmigrantes impulsa el aumento de población en Burgos

En total, la provincia de Burgos contaba el 1 de enero de 2023 con 357.370 habitantes censados, 2.524 más que justo un año antes, lo que se traduce en un aumento del 0,7%, un índice que podría parecer menor, pero que resulta muy significativo teniendo en cuenta el contexto en el que se mueve buena parte de la España interior en general y Burgos en particular.

De hecho, el aumento de la población registrado el año pasado en la provincia no alcanza el ritmo observado por el censo nacional, que se incrementó un 1,26% hasta los 48.085.361 habitantes, 598.634 más que un año antes.

Eso sí, aunque el impacto es menor, Burgos comparte con el resto del país las causas de ese incremento poblacional. Unas causas que pivotan en su totalidad sobre la llegada de población inmigrante. Es más, si no fuera por esta circunstancia, Burgos habría perdido habitantes el año pasado. Y es que, la población nacional se redujo un 0,5%, pasando de 325.750 habitantes a principios de 2022 a los 324.220 a uno de enero de 2023.

Frente a ello, la población inmigrante se incrementó en la provincia un 13,9%, pasando de los 29.096 habitantes a los 33.150 censados a principios de año. Dicho aumento, que supera incluso la media nacional (12,7%), es el más alto de los registrados en Burgos desde la época de bonanza económica de principios de siglo.

Aún así, la población de origen extranjero de la provincia supone actualmente un 9,2% del total, por debajo de la media nacional (12,66%), una fotografía que se mantiene más o menos equilibrada en los últimos años.

Esta circunstancia, en todo caso, parece no ser suficiente para frenar el paulatino envejecimiento en el que se encuentra sumida la provincia de Burgos, que presenta ahora mismo una edad media de 47,24 años, muy por encima de la media nacional (44,19 años), aunque por debajo de la media de Castilla y León (48,31 años).

El escenario, en este sentido, es ciertamente preocupante. Un simple vistazo a los datos del censo permite comprobar cómo se reduce el peso de los grupos etarios más jóvenes mientras la población adulta y la tercera edad se incrementa paulatinamente.

Así, a 1 de enero, en la provincia había censados 26.441 menores de 10 años, un 1,5% menos que un año antes, mientras que la población mayor de 90 años (7.803) se incrementaba justo al mismo ritmo del 1,5%.

Sea como fuere, y más allá de las causas, lo cierto es que la provincia ganó población en 2022 en una tendencia impulsada, fundamentalmente, por la evolución de los grandes municipios, que en su mayoría sumaron nuevos vecinos a lo largo del pasado ejercicio. El mayor aumento se registró en la capital provincial, que ganó 1.388 habitantes hasta alcanzar los 174.585.

Por detrás, municipios como Miranda de Ebro, Aranda de Duero, Briviesca, Medina de Pomar, Valle de Mena y Villarcayo también ganaron población. Este último, por cierto, superó de nuevo la barrera psicológica de los 4.000 vecinos. Así, el único de los grandes municipios de la provincia que perdió vecinos en 2022 fue Alfoz de Quintanadueñas, con 19 habitantes menos.

Mientras tanto, en el otro lado de la tabla, destaca, aunque no es novedad, el hecho de que buena parte de los pequeños municipios de la provincia perdieron población el año pasado. Y no son pocos. En total, el censo oficial refleja hasta 161 municipios con menos de cien habitantes en la provincia de Burgos.

El menos poblado es Villamedianilla, con apenas nueve habitantes censados a 1 de enero de 2023. Unos pocos vecinos más tienen municipios como Jaramillo Quemado (10) o Reinoso (16), que cierran la clasificación.