La falta de fibra óptica frena la llegada de nuevos vecinos a Riocavado de la Sierra

A otras personas también les gustaría vivir en este paraje de la Sierra de la Demanda burgalesa, pero no a cualquier precio. Y, a pesar de la expresión, no se refieren a lo económico; sino más bien a las comunicaciones. Porque en este municipio fallan algunas cadenas de televisión, varias compañías de telefonía no tienen cobertura y la fibra óptica no llega. Además, esta localidad tampoco cuenta con transporte público ni la opción de a la demanda que ofrece la Junta de Castilla y León a otros pueblos.

La fibra, en teoría, debería estar disponible para finales de 2023. Al menos eso es lo que les prometieron hace dos años desde los planes de la Diputación de Burgos. «Para finales de 2023 tenía que estar instalada», señala Martín Hoyos, alcalde de Riocavado de la Sierra, municipio que hasta hace poco tampoco tenía bar y ahora están a punto de reabrirlo.

Además, no ha habido visos de que la fibra vaya a estar disponible este año, ni tampoco a principios del que viene. «No hay fibra óptica», sentencia Hoyos. Sin embargo, este verano la conexión estuvo a punto de llegar a Riocavado.

«La fibra se ha quedado a tres kilómetros, en Aguas Juntas», indica José Ángel. El vecino, que visita Riocavado los fines de semana y en vacaciones, señala que los pueblos vecinos del suyo, Barbadillo de Herreros y Barbadillo del Pez, sí que cuentan con este servicio. Sin embargo, el pasado verano, cuando lo estaban instalando, los obreros terminaron entre ambos pueblos vecinos y «no ha venido para acá», para Riocavado.

En 2021, a la empresa encargada de instalar fibra ópica en varios municipios de Burgos se le encomendó terminar la tarea antes del 31 de diciembre de 2023. Sin embargo, en vísperas de esa fecha, «la empresa adjudicataria no ha hecho ni el 55% de lo que habían comprometido en la provincia», explica Hoyos. Entre ellos, tampoco ha llegado a Riocavado de la Sierra.

«La empresa como tal ha inclumplido los plazos», explica, porque, si una cosa está clara, es que en los días que restan de diciembre la compañía no va a terminar el otro 45% del trabajo restante.

Sin embargo, si Riocavado dispusiera de fibra óptica otro gallo cantaría. Bueno, quizás otro gallo no, pero más personas podrían ir a su pueblo a teletrabajar o a disfrutar sin renunciar a conectarse a internet. Porque, por el momento, dependiendo de la compañía que sea cada uno así tendrá (o no) cobertura en el municipio serrano.

«Aquí puedes teletrabajar un poco, pero en invierno. En cuanto llega el verano y llega la gente ya la antena se colapsa y ya no se puede», explica José Ángel. Él tiene un hermano trabajando en Italia y, cada año, se viene a Riocavado para teletrabajar desde junio hasta septiembre.

Pero, a pesar de que durante esos meses reside en su pueblo, no puede teletrabajar desde allí. «Te tienes que marchar a Pineda», sostiene José Ángel. En ese municipio, a 14 kilómetros, sí hay internet suficiente e incluso un espacio de coworking.

Al final, los trabajadores que acuden allí se quedan todo el día, por lo que la ganancia de los teletrabajadores de Riocavado no recae en su propio pueblo; sino que también se marcha al vecino, aqueja José Ángel.