El extraño fenómeno que alumbró la medianoche en un pueblo de Burgos

Que el cielo se llene de luz en noches de luna llena es un acontecimiento asumido y verificado por quienes les gusta observar el firmamento. Es un espectáculo cósmico insuperable. O no. Vamos, que puede superarlo otro fenómeno no menos impresionante. Así lo vivió Juanjo García, un vecino de Urrez en la noche del viernes al sábado, en esta fecha del 7 de febrero.

La nevada de viernes en Burgos sobre las primeras estribaciones de la Sierra de la Demanda dejó una sábana blanca sobre buena parte de la provincia. El frío helaba esa nieve inmaculada. Las nubes ya habían descargado todo lo que llevaban consigo. El cielo se abría. Con él, llegó a la luz de la luna. Una Luna gibosa creciente que es la fase en la que la luna se muestra iluminada en más del 50%, pero aún no ha alcanzado el estado de luna llena. La madrugada del viernes al sábado estaba ya al 82%.

Eran las 23.59 del viernes y el reflejo de la luz de la luna sobre la nieve dio el fenómeno más espectacular del invierno burgalés. Juanjo estaba en su casa de Urrez y captó la belleza de los reflejos. La nieve, además teñir de blanco el monte, blanco homogenizó los cristales de hielo convirtiéndolos en millones de espejos que reverberaron la luz y la amplificaron creando un sol de medianoche desde el suelo.

En las fotografías de Juanjo se puede ver con toda claridad el cielo estrellado en un azul claro fascinante. No es siquiera una ilusión óptica. Es la realidad de la impresionante belleza y del misterio más insondable del influjo de la luna sobre faz de la tierra y sobre su atmósfera.

El término Bestia del Este se popularizó en Gran Bretaña durante la ola de frío de 2018. Fue un terrible temporal que azotó Europa Central con grandes nevadas y temperaturas muy bajas. El nombre se refiere a las masas de aire muy frío procedente de Siberia que lleva consigo un descenso muy grande de las temperaturas.

Pero lo ocurrido en Urrez es más normal de lo que parece porque el efecto espejo de la luz de la luna trae consigo este fenómeno. Según expertos en meteorología, la nieve tiene un albedo -la propiedad que tienen los cuerpos para reflejar la radiación que incide sobre ellos- muy alto. Esto supone que refleja una gran cantidad luz. Esa es la explicación de por qué las noches de invierno con nieve en el suelo son las más brillantes del año. Y si hay luz de luna extra, más aún.

La belleza del fenómeno hace posible llevar la imaginación a lugares arcanos para, alrededor de ello, engrandecer la leyenda de que en Burgos, un algunos días del invierno, a medianoche es de día.

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