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La Diputación de Burgos ha explicado este martes que «dispone de personal suficiente» para atender a los 17 ancianos reubicados en residencias bajo su gestión tras el incendio en el centro de Celada del Camino donde fallecieron tres residentes.
El portavoz del órgano provincial, ... Lorenzo Rodríguez, ha respondido de esta manera a las críticas realizadas el lunes desde el Comité de Empresa en las que se alegaba falta de empleados y de mantenimiento en estos centros.
Además, ha añadido que estas reivindicaciones solo «generan incertidumbres innecesarias» a las familias de los afectados y ha pedido «que todos vayan de la mano, que es lo que se necesita en estos momentos para poder atender a las personas».
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En concreto, debido a las diferentes circunstancias de cada uno de los internos en el complejo donde se originó el fuego, cinco de los residentes evacuados se encuentran en el centro de Asistidos de Fuentes Blancas, seis fueron trasladados a la de ancianos, también en Fuentes Blancas, y otros seis han sido desplazados a la de San Agustín.
El portavoz de la Diputación de Burgos también ha explicado que existían plazas vacantes en dichas residencias y es por ello que «se ha considerado suficiente el personal contratado y por ello no se ha realizado ninguna incorporación, aunque sí que se ha previsto en caso de que sea necesario».
«En unos un pocos días, en cuanto se dé el visto bueno, podrán volver a ocupar las plantas las plantas que les dejen. La que ha sido incendiada tardará un poco más, pero va a ser un plazo corto y si quieren quedarse hasta un mes en nuestras residencias, no hay ningún problema», ha asegurado Rodríguez sobre los plazos que se barajan y la disponibilidad del centro de Celada del Camino tras el incendio.
El jefe de la sección de residencias de ancianos de la Diputación, Álvaro Da Silva, que estuvo presente en la residencia tras la extinción de las llamas, ha revelado que seis ancianas sufrieron un cuadro de estrés postraumático a causa del incendio, que se ha sumado a las circunstancias sanitarias de cada una de ellas.
Cinco de ellas, ha expuesto Da Silva, poseen un deterioro cognitivo previo por el que requieren una «atención especial para que su adaptación a la nueva ubicación y situación sea lo más adecuada posible».
«En el resto de los casos, la adaptación se está realizando sin mayor dificultado y solo han sido necesario algunos pequeños ajustes en su medicación», ha añadido el médico responsable de las residencias.
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