Tres muertos en un incendio en la residencia para mayores de Celada del Camino

Las primeras informaciones avisaban de la posibilidad de que dos residentes con movilidad reducida estuvieran atrapados en una de las habitaciones del segundo piso.

Rápidamente, la sala de control del 1-1-2 ha movilizado a la Guardia Civil de Burgos y a los Bomberos de la capital, que ya estaban de camino al haber recibido el aviso por otra vía. También se ha dado aviso a Emergencias Sanitarias - Sacyl, que ha enviado un helicóptero medicalizado, una UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos de los bomberos y de los facultativos sanitarios, allí mismo se ha certificado el fallecimiento de los dos residentes que se habían quedado atrapados en el interior de la residencia.

Además, la subdelegación del Gobierno ha comunicado este lunes el fallecimiento de una tercera víctima, una mujer de 76 años, que perdió la vida durante las labores de traslado y reubicación de los residentes.

La muerte se habría producido por causas naturales, ya que se encontraba en un estado de salud delicado previamente al incendio, aunque el humo provocado por el mismo pudo agravar esta situación y actuar como desencadenante del fatal desenlace.

Por el momento se desconoce el origen de las llamas y cómo se habrían propagado por el interior del inmueble. De hecho, un equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación para intentar esclarecer las causas del siniestro.

En este sentido, fuentes oficiales insisten en que aún es «prematuro» establecer el origen de las llamas, que habría afectado directamente a las camas articuladas, según apuntan testigos presenciales. En todo caso, según esos mismos testigos, el incendio no habría generado grandes llamas, pero sí un intenso humo negro que habría podido intoxicar o ahogar a los fallecidos.

Se trata de una residencia de titularidad privada, gestionada por DomusVi y con 41 plazas residenciales. En el momento del siniestro, estaban ocupadas un total de 40 plazas, ya que un residente se encontraba hospitalizado por otras cuestiones.

La residencia se ubica en la salida de la pequeña localidad burgalesa, a 25 kilómetros de la capital provincial. Hasta allí se ha trasladado desde Zamora y en su propio vehículo la consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, así como el delegado territorial en Burgos, Roberto Sáiz, encargados de dar cuenta de las labores de realojo del resto de residentes.

Y es que, según ha explicado Blanco, una parte del inmueble no ha sufrido daño alguno, por lo que podría haber seguido usándose. Sin embargo, se ha decidido trasladar al resto de residentes a otros centros de Burgos para ofrecerles «tranquilidad». De acuerdo a la información facilitada por la consejera, 6 residentes han sido trasladados a Cortes, otros 7 al centro autonómico de Fuentes Blancas, 8 más a otros centros cercanos de DomusVi y otros 17 a la residencia de la Diputación de Fuentes Blancas.

El proceso de realojo no ha sido sencillo, toda vez que buena parte de los residentes «son personas mayores» y dependientes. Así, varios de ellos han tenido que ser trasladados por personal médico y de la Cruz Roja. En principio, todos ellos, salvo los dos fallecidos, han resultado ilesos, aunque se les realizará un seguimiento.

A este respecto, Blanco ha querido trasladar el «pésame a las familias de los dos fallecidos» y un mensaje de «tranquilidad» a las del resto de residentes tras un suceso que ha causado una auténtica conmoción en el pueblo.

A primera hora de la noche, y tras toda una tarde de actividad, se ha procedido al levantamiento de los dos cadávers, a los que se les realizará la correspondiente autopsia para concretar las causas de la muerte, aunque las pirmeras hipótesis apuntan a muerte por asfixia al inhalar el humo del incendio. Mientras tanto, la investigación sobre el suceso continúa abierta.

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