Ola tras ola de la covid-19, la realidad laboral del personal del servicio de transporte sanitario va empeorando en Burgos. Tras más de un año luchando contra la covid-19, los trabajadores aseguran sentirse «desprotegidos» ante el «maltrato» al que les somete Ambuibérica ... , sin que la Junta de Castilla y León tome cartas en el asunto ni se avance en la negociación del nuevo convenio colectivo.
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Marcos Citores, el secretario de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC.OO., denuncia que la situación en Ambuibérica «cada vez es más complicada» y los trabajadores cada vez están más «molestos». La quinta ola ha supuesto un nuevo sobreesfuerzo, que asumen como parte de su trabajo, pero ha venido acompañado de «presiones y amenazas».
Según explica Citores, ante la falta de personal para cubrir vacaciones y bajas se está «presionando» a los trabajadores para que realicen servicios extraordinarios y, si se niegan, «se les amenaza con cambios en las condiciones laborales o bajada de categoría profesional». Una muestra más, a juicio del representante sindical, de que a la empresa «poco le importa el transporte sanitario», pues no refuerza personal o recursos para que sigan saliéndole las cuentas.
Así las cosas, en plena quinta ola, los trabajadores de Ambuibérica están teniendo problemas para coger vacaciones o días libres y, de nuevo, han vuelto los problemas con la gestión de los EPI's o la limpieza de las ambulancias. «Los trabajadores están completamente desprotegidos», afirma Marcos Citores, pues no se están cumpliendo los protocolos covid, poniendo en riesgo la salud de usuarios y trabajadores.
Citores vuelve a denunciar la falta de reconocimiento para estos profesionales, técnicos sanitarios con formación y titulación, a los que ni siquiera se les ha reconocido el trabajo realizado durante la pandemia. La negociación del convenio colectivo sigue en el aire, sin avances, lamenta el representante sindical, solo con amagos cuando llegan las olas covid, que se olvidan una vez estas pasan.
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A todo ello se suma un problema extra en cuanto al mantenimiento de los vehículos, que se ha externalizado y ahora está generando problemas de seguridad. «Nos encontramos con la situación de ambulancias que sobrepasan los 400.000 kilómetros, incumpliendo el pliego de condiciones del contrato con Sacyl«, explica Citores, y con vehículos que circulan con frenos en mal estado o neumáticos al límite.
«La situación genera malestar entre el personal, porque se juegan el tipo por ir en una ambulancia con malos frenos o ruedas», lamenta Citores. Además, no se cuenta con suficientes ambulancias para cubrir los servicios y grantizar los protocolos covid. Y todo ello sin olvidar los bajos salarios, pues ahora se cobra menos que hace 10 años. «La gente empieza a estar quemada», apunta Citores, quien reclama a la Junta que vigile el contrato con Ambuibérica y las condiciones de los trabajadores.
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