Sin cobertura, sin internet y una carretera «abandonada»: las comunicaciones olvidadas de Bañuelos de Bureba

El pueblo lleva años reclamando infraestructuras, pero lleva los mismos años anclado en esta situación impropia del siglo XXI. Bañuelos de Bureba necesita conexiones, tanto físicas como inasibles, decentes. Necesita conexión a internet, cobertura móvil y una carretera en buen estado.

Conseguimos hablar con el regidor, José María Díez, cuando este está fuera del pueblo. La llamada anterior se perdió en ese limbo de conectividad en el que se encuentra Bañuelos de Bureba. «Estamos así desde siempre, nunca hemos tenido cobertura, de ninguna compañía. No conocemos lo que es la cobertura móvil en el término municipal ni tampoco la conexión a internet», señala el alcalde de Bañuelos.

En septiembre de 2021 el pueblo esperaba la instalación de una torre de cobertura por parte de la Diputación. La torre está instalada, pero sigue sin funcionar, «nos dicen que se debe a los plazos, falta llevar un punto de luz, pero lleva instalada más de seis meses y tienen de plazo hasta octubre para que comience a funcionar», explica el alcalde. «Pero el problema es que necesitamos poner un amplificador de cobertura», añade el regidor.

Como él mismo explica, necesitan permisos de Telefónica para ponerlo y la empresa debería instalarlo, «supuestamente no podríamos ponerlo, pero nos van a dejar. Pero tememos que, si hacemos ruido en la red, nos lo manden quitar, pero sin el amplificador seguiríamos igual». Y así sigue el pueblo, sin cobertura móvil.

Para realizar una llamada desde su móvil deben desplazarse unos 500 metros fuera del pueblo. Esto obliga a depender del teléfono fijo. «Es más caro y aumenta el precio con las llamadas a móviles y ahora todo el mundo tiene uno, vas a tener que llamar a móviles sí o sí», evidencia Díez.

Además, en este pueblo el consultorio médico funciona a demanda. Es decir, te obliga a tener teléfono fijo o a desplazarte 500 metros fuera del pueblo para solicitar cita. Pero, es más, el alcalde explica que, si solicitas cita telefónica, o estás esperando fuera del pueblo a que te llamen al móvil o te pasas el rato pendiente del teléfono fijo de casa. «Es una situación agónica la que tenemos aquí», asegura el alcalde.

El pueblo tampoco conoce ninguna conexión a internet que no sea por vía satélite. «Cuando acudí a hablar con el Servicio de Infraestructuras de Telecomunicaciones de la Junta de Castilla y León me dijeron que el internet por satélite llega a todos los sitios. Y ya está», asegura el alcalde.

Y así están, con internet por satélite, más lento, más caro y con muchos más inconvenientes. Los días de lluvia, los nublados o con niebla no funciona bien la conexión. Si nieva también lo entorpece y hay que limpiar la antena. «Las velocidades que ofrece es que no son ni viables, las latencias son muy grandes», lamenta el regidor. La latencia, en informática, es el tiempo que tarda en transmitirse un paquete de información dentro de la red, es clave en las conexiones y en Bañuelos mediante la vía satélite es muy grande, por lo que la conexión es muy lenta.

«La situación es curiosa. Por una entrada del pueblo pasa una línea de fibra óptica, pero Telefónica no quiere distribuirla al pueblo. No sé si cuando apaguen las centrales de cobre, nos tocará por fin la fibra óptica», reconoce Díez. Y no lo sabe porque las veces que el Ayuntamiento se ha intentado comunicar con Telefónica no ha obtenido ningún tipo de respuesta. «No nos contesta ni a nosotros ni a la Diputación cuando se ha puesto en contacto con ellos en nuestro nombre», matiza Díez.

Las conexiones son fundamentales para el medio rural burgalés. Son un servicio que puede decantar que una persona decida seguir viviendo en un pueblo o trasladarse al mismo. Es importante saber que, en caso de que ocurra algo, podrás desplazarte o pedir ayuda. Pero la carretera que lleva hasta Bañuelos de Bureba tampoco cumple unas condiciones dignas, como asegura su regidor, José María Díez.

Ocho kilómetros y unos 11 minutos separan Bañuelos de Bureba de Briviesca y 16 kilómetros y 18 minutos lo hacen de Belorado. El alcalde señala que la vía tiene «cruces peligrosos, el firme es malo y la anchura de la vía debería ser mucho mayor». Asegura que se han enviado varios escritos a la Junta de Castilla y León, porque se trata de una vía regional, pero no han obtenido respuesta alguna.

«El cruce de salida hacia Briviesca es muy peligroso. No hay visibilidad ninguna y los vehículos transitan muy rápido. Esta carretera debería ser más ancha también y el firme es muy malo», resume el alcalde. «La vía une dos poblaciones con un número importante de habitantes como son Briviesca y Belorado. Pero parece que no tienen ninguna idea de arreglarla pese a haber tenido varios accidentes en cuatro años», lamenta el regidor.

«A un señor estuvo a punto de pillarle un coche. A 150 metros saliendo hacia Belorado hubo una salida de vía de un tractor que a punto estuvo de volcar porque de frente venía un camión y no cogían los dos vehículos. O se apartaba o se daban. Poco más y se cae al río desde una altura de 10 metros. A 500 metros, sentido Briviesca, ha habido otros dos accidentes», recuerda el alcalde.

Poco antes de 2020 se arregló un tramo, pero solo a nivel de firme, «en el resto de la vía hará unos 15 años en los que no se actúa», lamenta Díez.