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Imagen de archivo de una casa rural. BC
Las casas rurales de Burgos se desangran este verano

Las casas rurales de Burgos se desangran este verano

La ocupación en el mes de julio se ha quedado en el 30%, mientras que en agosto aspiran poder llegar al 60%

Ruth Rodero

Burgos

Viernes, 9 de agosto 2024, 07:16

No está siendo un buen verano para los establecimientos rurales de la provincia de Burgos. Si en el periodo estival de 2023 vieron cómo sus previsiones se mejoraban ligeramente, lo que les hizo sacudirse ligeramente la sensación de que fue un verano malo y casi se dieron por «satisfechos», en este 2024 las cifras «van a ser igual o peores» que las del año anterior.

De esta manera, desde Turalbur, la Asociación de Turismo Rural de la provincia de Burgos, afirman que va a ser un «verano muy modesto». «Julio se ha cerrado con un 30% de ocupación, aproximadamente, que es un dato bastante discreto, y en agosto esperamos llegar al 60%, que tampoco es para tirar cohetes», lamenta Domingo Hernández, vicepresidente y portavoz de Turalbur.

«Los ilegales nos hacen mucho daño»

Para explicar estas cifras, desde la asociación aseguran que «hay muchas teclas que tocar», pero creen que pueden darse tres motivos. «Los ilegales nos hacen mucho daño al sector. Ellos pueden ser más competitivos, porque no declaran nada, son insolidarios con el conjunto de la sociedad, y pueden ofrecer un precio más competitivo que el de los establecimientos legales que cumplimos con todos los requisitos (el pago de impuestos, de IVA, etc,.)», indica Domingo Hernández.

El segundo de los motivos para estos malos datos se encuentra en «el turismo extranjero». Si este tipo de turismo puede sostener las cifras en otras zonas de la península no es el principal en Burgos. «En el turismo interior, el turismo rural, el impacto de turistas foráneos es mínimo. Los establecimientos que están cerca del Camino de Santiago sí que tienen una ocupación de turistas extranjeros con unos índices más aceptables, pero el resto de casas rurales lo que tenemos de turistas de fuera de España es simbólico», afirma.

Y el verano. «A veces se habla del refugio climático, y en nuestra provincia el verano es mucho menos agobiante que en el resto de España, pero no sirve para que notemos un flujo importante de clientela que venga huyendo del calor. Quizás nos falte el mar, aunque tenemos embalses, ríos y piscinas», recuerda.

Piscina y patrimonio, las preferidas

Los establecimientos más favorecidos por el turismo en estas fechas son aquellos que poseen piscina o que cuentan con patrimonio a su alrededor: «Los lugares que tienen cerca mayor patrimonio se ven favorecidos. Las casas rurales que están cerca de Atapuerca tienen ese reclamo, ahora con el Sonorama está prácticamente todo completo… Hay determinados reclamos que impulsan las reservas».

«También estamos viendo que en verano los grupos son más pequeños. Durante el reto del año se demandan establecimientos de todo tipo, pero fundamentalmente grandes para fechas como Nochebuena o Nochevieja, porque se juntan grupos muy grandes y en verano se reduce mucho. Esto hace que las casas rurales pequeñitas funcionen mucho mejor en verano que en invierno», afirma Domingo.

En verano, además, hay muchas reservas solo para una noche, por lo que la estancia media «tampoco es excesivamente amplia».

Clientes fieles

A pesar de que las cifras de reservas no son elevadas para esta época del año, Domingo Hernández asegura que tienen clientes «fieles». «El público del turismo rural es un público fiel. Salvo en la pandemia, por motivos obvios, que hizo que mucha gente se enganchara al turismo rural, porque no quedaba otro remedio, hemos vuelto al turista rural habitual», reconoce el portavoz.

«Vienen en invierno, guardan una semanita en verano, a veces son también los que van a esquiar… Normalmente los clientes que tenemos son usuarios habituales del turismo rural. Bien porque han estado en tu casa y repiten o bien porque han estado en otra en otro lugar», indica.

En el otro lugar del turismo se encuentra el de los trabajadores de estos establecimientos. Aunque en otras provincias puede haber problemas para encontrar estos empleados en Burgos no existe tanto este problema. La solución es sencilla: «El 99% de las casas registradas en Turalbur son empresas unipersonales. Nosotros lo hacemos todo y no tenemos empleados».

Refugio climático

Y aunque las cifras no acompañan, Domingo Hernández asegura que «el turismo rural en Burgos es muy vendible». «Los clientes de la mayoría de los establecimientos que formamos Turalbur, salvo días muy concretos, duermen con manta, eso significa que no hace excesivamente calor y que, incluso los días calurosos por la noche refresca y da oxígeno. Tenemos una provincia con tres patrimonios de la humanidad, con un patrimonio enológico, gastronómico, paisajístico y artístico brutal. Estamos bien situados, las comunicaciones, en general, son buenas…Tenemos una provincia que tiene muchas cosas que ofrecer», sentencia Domingo.

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