Burgos supera las 20.600 donaciones de sangre lastrada por la caída en el medio rural

El presidente de la Hermandad de Donantes, Francisco del Amo, destaca que la solidaridad de los burgaleses no ha decaído, pero algunos de los cambios realizados por el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León han tenido consecuencias negativas. El primero, la reubicación del punto fijo, que en 2021 pasó de la sede de la hermandad al PAC del Divino Valles.

Ese traslado ya supuso una caída de las donaciones en 2021, pues los donantes eran reticentes al tener que pasar por las Urgencias de Primaria para ir a donar. Y en 2022 se ha mantenido ese descenso, que ha supuesto recoger 810 donaciones menos en el punto fijo, explica Del Amo. Una pérdida que se podría revertir este 2023 con la ampliación del horario.

«Llevamos ocho años pidiéndolo», recuerda el presidente, y por fin se va a poner un horario continuado de 8:00 a 22:00 para que la gente tenga más opciones de ir a donar al punto fijo. «Y eso tiene que traducirse en donaciones y es maravilloso», ha admitido el presidente, quien se plantea también la necesidad de revisar las donaciones en la provincia, que se han «abandonado».

En 2022 se registraron 20.675 donaciones en todo Burgos, frente a las 19.721 del año anterior. De ellas, 15.065 correspondieron a la capital, con un incremento de 1.415. Mientras, en provincia fueron 5.610, lo que supone 461 menos que en 2021. Solo subieron las donaciones en 7 de los 35 pueblos en los que se realizan colectas, y destaca la caída en Aranda y sobre todo en Miranda.

En la capital del Ebro se ha vivido un «descalabro», lamenta Del Amo. Desde que en 2016 se consiguieron 1.655 donaciones, el reto había sido alcanzar las 2.000, pues hay población para ello. Sin embargo, el pasado año se han quedado en 894. Y no ha sido por falta de solidaridad, matiza el presidente, sino porque se han recortado los días de colecta, quitando una de las jornadas al mes.

En los pequeños municipios el cambio en la forma de organizar las colectas está detrás de los descensos, en opinión del presidente de la Hermandad. Como se hace en el autobús del centro regional, los donantes tienen que estar esperando en la calle, y no en locales habilitados como antes. Eso resta «comodidad» y, por tanto, donaciones.

Aun así, y pese a que se puede mejorar, el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre muestra su satisfacción pues Burgos sigue siendo un referente nacional. Esas 20.675 donaciones suponen que en la provincia se recogen 58 donaciones por cada 1.000 habitantes, muy por encima de las ratios nacional y regional.

«Gracias mil veces a los donantes, que no han perdido la solidaridad pese a las zancadillas con las que nos vamos encontrando», apunta Francisco del Amo. «Burgos sigue estando donde sus donantes se merecen», justo ahora que la hermandad acaba de cumplir sus 50 años al servicio de la provincia, recogiendo donaciones de sangre, plasma y plaquetas para seguir salvando vidas.