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La provincia de Burgos registró 34 ataques de lobo en el transcurso del 2021 de los 2.714 que notificó Castilla y León en la memoria del año pasado. El pasado año significó la cifra más alta de ataques de la última década, de hecho, ... en años como 2015 se anotaron algo menos de 1.500 casos, lo que supone cuatro al día, casi la mitad que en el último ejercicio.
La cifra ha ido aumentando progresivamente año tras año hasta situarse en 5,2 agresiones en 2016 y 2017 y escalar hasta por encima de las siete en los años siguientes. La peor parte se la lleva la ganadería de Ávila, donde se computaron 1.345 ataques, lo que supone 3,6 al día de los 7,5 de Castilla y León. Le sigue Segovia, con 555 agresiones, uno de cada cinco del global autonómico. Precisamente son las dos más afectadas, dato que colisiona con los estudios que hablan de que es en estas zonas el censo de lobos disminuye, según los datos recogidos por Ical.
Mientras las administraciones y los tribunales están a vueltas con la Ley de Caza autonómica y se dirimen, por otro lado, figuras de protección para el lobo, como fue justo hace un año su inclusión en el Listado de Especies Silvestres de Régimen de Protección Especial (LESPRE), que modifica su condición para dejar de ser cinegético, el animal prosigue su acción natural: cazar para comer.
Por este motivo, las organizaciones agrarias denuncian un «descontrol» de la especie, mientras un estudio del CSIC-Museo de Ciencias Naturales determina que la población, principalmente en Ávila y Segovia, es «desfavorable, con dinámicas recurrentes de asentamiento de extinción en el tiempo».
En la provincia de Burgos, que ocupa la penúltima posición en ataques de lobo en el conjunto de la comunidad en 2021, denunciaban en febrero de este año ataques de lobo en Huérmeces, a solo 20 kilómetros de Burgos capital. Una manada de lobos atacaba a 15 ovejas churras en una explotación ganadera de la localidad en lo que supuso la primera incursión del cánido en las inmediaciones de la capital burgalesa.
Los ganaderos de esta localidad de 130 habitantes afirmaron haber visto antes al lobo por la zona pero jamás en el pueblo, al que llegó «len manadas y en mayor número que nunca porque no puede ser cazado», según relataron.
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El balance de aquel ataque fueron 14 ovejas devoradas, tres heridas y un aborto provocado en otra res. El dueño de la explotación, José Santamaría, explicaba en BURGOSconecta que «ya han perdido el respeto (los canidos). Antes, cuando se los cazaba, no se acercaban tanto pero ahora campan a sus anchas».
Ante este incidente «el ganadero acudió a la Consejería de Medio Ambiente para informarse de las indemizaciones para este tipo de ataques, pero allí le informaron de que no existían ayudas para estos casos», según relataba COAG Castilla y León, en un comunicado.
Pero no ha sido el único incidente registrado en 2022. La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) denunciaba agresiones en el mes de mayo en el norte del Duero. En concreto en Rozas de Valdeporres, término municipal próximo a Espinosa de los Monteros.
Jose Miguel, joven ganadero de vacuno y equino en semi-extensivo de dos especies en peligro de extinción, explicaba entonces haber sufrido un total de diez ataques de lobo, que provocaron la pérdida de 12 animales, entre ellos tres potros y nueve terneros.
Por este motivo, UCCL exige un control poblacional del lobo que permita el equilibrio del ecosistema y reduzca la conflictividad con la ganadería para evitar que los continuos ataques de lobo en las explotaciones ganaderas pongan en jaque a los ganaderos que quedan en estas zonas.
Además, solicitan que la modificación del estatus del lobo, publicada mediante la Orden TED/980/2021 el 21 de septiembre de 2021, debe ir directamente ligada a que la administración ponga en marcha medidas e indemnizaciones en el norte del Duero, al igual que existen en el Sur del Duero, para que haya un trato equitativo entre los ganaderos de Castilla y León.
Igualmente, esta organización reclama la necesidad de articular de forma urgente compensaciones de los daños directos y el lucro cesante de forma ágil y eficaz que garantice la rentabilidad de estas explotaciones y que cubra la totalidad de los daños causados a los ganaderos.
El último censo, según recuerda la Junta, data del periodo 2012-2013, que arroja un total de 179 manadas detectadas (152 al norte del río Duero y 27 al sur), una treintena más que el estudio anterior, de 2001.
El 71 por ciento de ellas están en las tres provincias del norte, mientras que solo diez residen en Segovia y seis en Ávila, a pesar de encabezar ambas el número de ataques. Ahora mismo, la comunidad se encuentra realizando el nuevo censo 2022-2023.
En 2021 la Junta atendió siete de cada diez solicitudes de ayuda o pago compensatorio de las que se habían presentado. Es decir, 1.875 de las 2.635 que se registraron, lo que permitió a la Junta desembolsar 1,12 millones de euros en favor de los ganaderos, cifra inferior a la de los tres años precedentes, 2018, 2019 y 2020, a pesar de que en sendos ejercicios se produjeron menos ataques.
Ávila encabeza de nuevo este dato, pues los afectados refrendaron tantas peticiones como ataques habían sufrido, 1.345. Sin embargo, se abonaron algo más de un millar de ellas, que se tradujeron en 553.000 euros. Las 534 denuncias atendidas por los ganaderos segovianos (solo 20 menos de las presentadas) permitieron cobrar 350.000 euros.
A continuación se situaron 168 solicitudes abonadas en Zamora (de un total de 280 presentadas), que ascendieron a 97.000 euros; seguidas de las 121 de Salamanca (quedaron 17 sin atender), con un montante total de 105.000 euros. Una veintena de peticiones se pagaron en Palencia (medio centenar se quedaron en los cajones), con 2.320 euros.
Con escasas peticiones atendidas se encuentran León y Soria, con diez en cada caso, y 9.575 y 7.365 euros, respectivamente. Llama la atención el caso de la provincia leonesa, donde se presentaron 202 solicitudes y solo se atendió una decena, es decir, el cinco por ciento. Cierran Burgos, con cuatro peticiones atendidas y 1.103 euros; y Valladolid, con dos y 312 euros.
Por último, de un cupo de más de 700 autorizaciones en la Comunidad en los últimos siete años se capturaron 375, algo menos de la mitad. A excepción de la temporada 2018-2019, cuando no se ejecutó ningún cupo por sentencia judicial, al año siguiente se extrajeron 61 lobos y en el 2020-2021, un total de 59.
Todas las noticias de Burgos en BURGOSconecta.
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