El CRAS de Burgos acoge al 32% de los animales silvestres rescatados en la comunidad

Así se desprende de la memoria anual de 2021 de la Junta, que detalla que en la provincia se han producido 2.075 entradas. De ellas, 138 correspondieron a diferentes muestras y 262 al control poblacional de visón americano. No en vano, el de Burgos es el centro con más presión de control poblacional y el que más muestras recepciona de la comunidad.

De todas las entradas registradas, 902 fueron cadáveres, la gran mayoría por colosión con aerogeneradores (269 entradas), seguido de atropellos (203 entradas) y electrocución (192), siendo estas causas el 70% del total de muertes no naturales computadas en el centro.

Desde la red de centros de recogida, se realiza un seguimiento para la reducción de la mortalidad provocada por infraestructuras eléctricas peligrosas, solo en Burgos se han gestionado 200 expedientes por electrocución o colisión con tendidos eléctricos.

Otros 773 ingresaron vivos. De ellos, 371 fueron reintroducidos en el medio natural, 169 acabaron falleciendo a pocos días de su ingreso y 218 fueron sacrificados debido a la gravedad de sus lesiones.Seis ejemplares aún se encuentran en las instalaciones de Burgos y nueve han sido cedidos a proyectos de conservación de fauna silvestre.

De todos los ejemplares que ingresan vivos, más de la mitad (319) son recogida de pollos y crías, lo que consituye el 41,27%. Le siguen los traumatismos indeterminados con 252 entradas, un 33% del total.

Entre las especies que predominan en el CRAS de la provincia destaca la recogida de mamíferos, una de las mayores de la comunidad, siendo el murciélago enano uno de los que más presencia tiene en Burgos.

Según la memoria de 2021, el buitre leonado ganó en cuanto a número de ejemplares con 208 recogidos. Le sigue el vencejo común con 91, el ratonero con 89, el corzo con 77, el cernícalo vulgar con 58, el milano real con 53 y el avión común con 48. Además, entraron 35 lechuzas, 26 cigüeñas blancas y 22 murciélagos enanos.

No obstante, como ya declaraba Álvaro Soto, veterinario responsable del centro de Burgos: «Cualquier animal silvestre tiene cabida en el centro», manifiesta. Porque reciben «de todo», desde tortugas y erizos hasta zorros y lobos.

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