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Raquel Romero
Domingo, 24 de noviembre 2024, 19:59
La temporada de setas de otoño ha dejado su huella en Burgos. Y todo como consecuencia de la alta producción de setas de interés socioeconómico como los Boletus edulis y los Lactarius delicius (níscalos), cuya presencia no ha pasado desapercibida en los montes burgaleses este 2024.
Los primeros ejemplares comenzaron a aparecer a finales de septiembre, dando pie a una campaña micológica que empezaba antes de lo habitual como consecuencia del alto volumen de precipitaciones registradas por AEMET el pasado agosto. Dichas condiciones climatológicas sentaron las bases de un octubre fructífero para los recolectores de setas.
Sin embargo, con la llegada de noviembre las especies de setas populares menguaron su producción. Así lo han informado este miércoles desde Micocyl, el portal micológico de la Junta de Castilla y León, que, asegura haber «registrado en los inventarios desarrollados durante la última semana, numerosos ejemplares en mal estado y con un importante grado de parasitación» en Burgos.
Es por esta razón que Micocyl ha dado por finalizada la temporada de producción de hongos y 'níscalos' en la comunidad, habiéndola calificado como «buena» sobre todo en las provincias de Burgos, Soria, León y Segovia. Llegados a este punto, es cuando comienzan a vislumbrarse altas fructificaciones de otro tipo de hongos y setas comestibles en los montes burgaleses.
Aún no es tiempo de recoger las botas, cestas, navajas y demás utensilios de monte. Noviembre está dando lugar a la aparición de varias especies de setas «muy apreciadas» en los acotados de la provincia, según los últimos informes de Micocyl.
La lengua de vaca (Hydnum repandum) o la seta de carrerilla (Marasmius oreades) son algunos de los ejemplares que se pueden encontrar actualmente en los espacios naturales burgaleses.
No se quedan atrás las Cantharellus lutenses, más conocidas como angulas de monte; una especie de pequeño tamaño llamativa por su tallo de un característico color anaranjado. Dichas setas son altamente apreciadas en gastronomía y actualmente podemos encontrar grandes producciones de las mismas en la comarca.
A ellas se suman otras como la seta parasol (Macrolepiota procera) y las capuchinas (Tricholoma portetosum), según los últimos estudios publicados por Micocyl sobre los montes de Burgos.
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