Burgos pierde niños y gana esperanza de vida

Hace doce años vivían en Burgos 19.925 personas más que en 2022, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) recopilaba estos datos por edades. Esto equivale a que, en una década, la provincia ha perdido al 5,31% de sus habitantes y, además, estos han envejecido.

Sin embargo, este descenso de la población no es drástico, sino lineal. Ya en 2017 se contabilizaban 358.171 burgaleses, 16.799 habitantes menos que en 2012. Así se puede observar en este gráfico que muestra cómo la población burgalesa ha sufrido un descenso continuo en el tiempo, salvo un repunte en 2020.

Muestra por tanto la merma de la población burgalesa, debida a la baja tasa de natalidad y a la despoblación de los núcleos más pequeños, principalmente.

Sin embargo, la pérdida de población en Burgos no se produce en todas las franjas de edad de igual manera. A grandes rasgos, mientras que los habitantes de 0 a 19 años han descendido un 7,8% de 2012 a 2022, los mayores de 65 ha crecido un 10,23% en el mismo periodo de tiempo.

Asimismo, como se observa en el siguiente gráfico, el grueso de población en edad media de trabajar, de 20 a 64 años, también ha descendido en una década. Por tanto, menos personas trabajadoras para sostener a más habitantes jubilados.

De hecho, sólo 27 municipios burgaleses pueden mantener a sus pensionistas, ya que se precisan 2,5 trabajadores por cada persona jubilada para que el sistema no sea deficitario. Una muestra de cómo la población de la provincia de Burgos se encuentra en un descenso constante que conlleva a un envejecimiento.

Esta situación también se refleja en la provincia de Burgos en el caso de los menores de edad. Cada vez nacen menos niños y niñas, por lo que la pirámide poblacional se invierte cada vez más. En este gráfico se aprecia el porcentaje de cada grupo de edad en Burgos en 2022:

En él se observa que el grueso de la población burgalesa, el 58% está en edad de trabajar. Además, es curioso comprobar cómo hay más personas de más de 65 años, un 25% (un 20 más un 5%), que de menores de 20 años, un 17%.

Estos datos también se han ido repitiendo en ocasiones anteriores, aunque antes eran menos acusados. En 2017, por ejemplo, los jóvenes suponían el 17% de la población burgalesa, las personas de 20 a 64 años el 55,7% y los mayores de 65 el 23%.

En 2012, las personas burgalesas que tenían menos de 20 años suponían el 18,44% del total; las de 20 a 64 el 61,7% y las de edad superior eran el 21,17%, cuatro puntos por debajo de 2022.

La realidad de la provincia de Burgos es que, progresivamente, su población va envejeciendo y nacen menos niños. Sin embargo, cada vez se observa que hay más personas con edades superiores a los 85 años; por lo que la esperanza de vida aumenta.

En 2012 había en Burgos 14.529 personas de más de 85 años. En 2017 eran 17.077, y en 2022, 18.046. En una década, los habitantes de esta franja de edad aumentaron un 24,2%.

Otro ejemplo es el de la población de más de 100 años. En 2012 se registraron 190 personas en Burgos, mientras que en 2017 se contabilizaron 216. En 2022 había 224, un 17,9% más de personas centenarias que diez años antes.