El Belén de Renuncio crece y aumenta sus casas y figuras

Un cuarto de siglo más tarde, el Belén de este pueblo burgalés ha crecido y se ha expandido tanto que ocupa 55 metros cuadrados y tiene unas 200 figuritas. Además, este año lo han ampliado.

«Nos gustó y cada año íbamos mejorando, y por eso mantenemos la ilusión después de 22 años», señala Gustavo García recordando las primeras veces que montaba el Belén junto a su padre. Ahora, Carlos estima que unas 3.000 personas se acercan cada año a Renuncio para ver su creación y montaje.

Durante el año, Carlos y Gustavo trabajan en su Belén, fabricando nuevas casas o palacios o sustituyendo los que ya están a base de poliespan y decorados con motivos pintados o con escayola. Cuando se va acercando diciembre, a tres meses de Navidad, padre e hijo ya se ponen manos a la obra para montar su espectáculo navideño durante los fines de semana y en su tiempo libre.

En total, el Belén de Renuncio aglutina unas 200 figuras y unas 30 casas realizadas a mano que se sitúan en 55 metros cuadrados. Estas figuras se dividen en tres espacios: Belén, Egipto y la huida de este último país.

Como novedad, este año Carlos y Gustavo han incluido cuatro nuevos edificios, nuevas figuras y abundante vegetación, que ayuda a ambientar el Belén y a tapar ingeniosamente los cables de electricidad que se necesitan para dotar de movimiento a algunas piezas. Por ejemplo, el herrero en la forja, una señora que da de comer a las gallinas, vendedores ambulantes, hilanderas, un carpintero... la colección es inmensa.

Respecto a las figuras, estas están todas realizadas por el escultor Luis Mayo, a quien Carlos y Gustavo le compran. Las más grandes, que se sitúan más cerca del espectador, miden 19 centímetros y «al fondo las más pequeñas», que miden unos 14 centímetros, explica García. Así crean una sensación de «profundidad» para los visitantes, ya que, por ejemplo, el Belén de Renuncio cuenta con una cueva de 1,5 metros de alto y tres de profundo.

Después de 23 años montando el Belén en Renuncio, tanto Carlos como Gustavo han recibido multitud de felicitaciones y también buenos comentarios de los visitantes. En general, «les gusta mucho», sostiene Gustavo, que añade que uno de los cumplidos que más se repite es que es «muy realista».

Además, cuenta que, aunque no esté abierto, hay personas que se acercan a verlo. Por ejemplo, a mediados de diciembre viajó hasta Renuncio un matrimonio con su hija y él era egipcio. Egipto es uno de los tres escenarios que los García han representado. Cuando lo vio, al visitante «le sorprendió mucho toda la zona de Egipto porque es idéntica a su país», relata Gustavo.

El Belén de Renuncio estará abierto desde el viernes 22 de diciembre hasta el domingo 7 de enero. El horario para visitarlo es: de lunes a viernes de 17:30 a 20:30. Además, los sábados, domingos y festivos permanecerá abierto al público desde las 12:00 a las 14:30 y de 17:30 a 20:30.

Este Belén se sitúa en la calle La Iglesia, nº 2B. Sin embargo, el visitante no tendrá problemas para encontrarlo porque más de 30.000 bombillas led en forma de árboles luminosos y estrellas alumbran el camino desde la carretera principal de Renuncio hasta este lugar. A la entrada, una estampa de Laponia con Papá Noel recibe a todos los curiosos.