Tres planes de Navidad con encanto en Burgos

Con la Navidad llegan los días festivos, familiares y también ideales para hacer planes diferentes. En Burgos hay tres lugares que desprenden magia y que son perfectos para visitar en estas fechas: Covarrubias, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, que celebra un interesante mercado artesanal. Santa Gadea del Cid, que se ilumina de manera especial gracias a un concurso en el que participan los vecinos y Torregalindo, con su castillo, su Belén viviente y su Cabalgata de Reyes.

Son tres enclaves de la provincia de Burgos que ofrecen un marco perfecto para disfrutar en Navidad, especialmente con niños. Vamos a descubrir por qué:

A orillas del río Arlanza se alza uno de los pueblos más bonitos de España y uno de los más pintorescos de la provincia de Burgos, un conjunto histórico medieval, Covarrubias, también conocida como la villa rachela.

Su arquitectura de casas con soportales y planta superior construida sobre vigas de madera, con balconadas cubiertas y entramados de adobe y madera, consituye uno de sus mayores atractivos. También se pueden ver algunos tramos de las antiguas murallas que, siglos atrás, rodeaban toda la población, y destacados edificios como la ex colegiata de San Cosme y San Damián o el Torreón de doña Urraca o de Fernán González.

Desde el 6 de diciembre ha arrancado su mercado navideño, organizado cada año por la Asociación de Artistas y Artesanos Locales Cáscara de Nuez, creada en 2011. Se mezclan los talleres de tradición familiar con las propuestas de jóvenes creadores, convirtiéndose en un lugar ideal para ayudar a los elfos y los pajes reales a elegir los mejores regalos para esta Navidad.

Calidad, originalidad y diversidad de la producción artesanal rachela son las señas de identidad de este mercado que estará abierto hasta el 5 de enero y en el que se puede encontrar desde joyería en vidrio hasta cerámica o cosmética natural.

Más al norte, llegando casi a tierras alavesas, se encuentra Santa Gadea del Cid. Este pequeño y pintoresco pueblo burgalés nació con una función claramente defensiva, dada su condición de núcleo fronterizo entre Castilla y Álava, y de aquella impronta fundacional quedan restos en las huellas de sus murallas y de su castillo, de finales del siglo XV.

Santa Gadea del Cid está declarada Bien de Interés Cultural por su conjunto histórico-artístico y es otro gran ejemplo de arquitectura popular con sabor medieval. También aquí se puede pasear entre casas con soportales y entramados de madera y adobe y en estas fechas navideñas se convierte en un pueblo de postal.

Desde hace tres años, cuando se acerca la Navidad, se convoca un concurso de iluminación de fachadas. Las casas, que ya llaman la atención por sí mismas, son decoradas e iluminadas por los vecinos. Este año las luces se encenderán el 15 de diciembre, convirtiendo su mercado navideño, que comienza el sábado 16, en uno de los más bonitos de la provincia.

Representar un belén viviente es una de las costumbres más arraigadas en algunos pueblos de la provincia. Entre los más conocidos de Burgos se encuentran el de Quintanilla del Agua -villa situada a tan sólo 10 kilómetros de Lerma-, el de Melgar de Fernamental, que tendrá lugar el próximo 29 de diciembre, y el de Torregalindo, que fue declarado Fiesta de Interés Turístico en Castilla y León en 2022.

Desde 1985, esta localidad ribereña se convierte cada 5 de enero en gran belén en el que se trabaja con mucha ilusión durante varios meses y en el que participan todos los vecinos, niños y mayores. Lo que nació como algo más o menos pequeño y discreto ha ido creciendo con el paso de los años y se ha convertido en un referente.

Cada rincón de Torregalindo acoge una escena diferente, desde el nacimiento del niño Jesús hasta la Adoración de los Reyes Magos. Y cuando llega la noche la magia se multiplica, porque se encienden antorchas, velas y hogueras para recibir a los Magos de Oriente con una Cabalgata de Reyes muy especial.

El belén también acoge un mercado y descubre al visitante cómo se vivía en aquella época a través de la demostración de diferentes oficios y de los ropajes que viste la gente. Es también un momento de unión entre los vecinos, de compartir, de reforzar tradiciones, de crear recuerdos imborrables y de sentir que la magia de la Navidad y de los Reyes Magos existe, también en tierras burgalesas.

Y si vas a pasar estas fechas en Burgos, puedes consultar aquí el programa completo de Navidad.

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