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Podría tratarse de un gesto de acercamiento o solamente de ganar tiempo para su próxima maniobra pero, en cualquier caso, han sido las monjas de Belorado las que han dado el paso de solicitar una prórroga para demorar su comparecencia ante ante el delegado del comisario pontificio y el vicario judicial de la diócesis, fijada hoy para la exabadesa Sor Isabel, Sor Sión y Sor Paz.
El Arzobispado de Burgos, por su parte, ha accedido y les ha dado cinco días más de plazo para presentarse a esta cita en la que las religiosas cismáticas tendrán la oportunidad de retractarse de su ruptura con Roma o de continuar enfrentándose a la Iglesia, arriesgándose a la excomunión si continúan por el camino del cisma.
Fueron las tres cabecillas de la rebelión (las primeras citadas a comparecer de forma personal este domingo) las que solicitaron la prórroga.
De las otras diez hermanas de la congregación de Belorado (se han excluido a las cinco monjas más mayores) que tienen que comparecer y ratificar su salida o no de la Iglesia católica el próximo viernes, 21 de junio, se está a la espera de conocer si ese plazo se amplía también o no.
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Las intenciones de las monjas pidiendo más tiempo no están claras, podría significar que están pensando si el camino que han tomado es el correcto pero, teniendo en cuenta la tensión de las relaciones con el Arzobispado tras haber hecho oídos sordos al requerimiento para entregar las llaves del convento y la vigencia de la denuncia interpuesta contra el propio Mario Iceta, solo queda esperar a que llegue la fecha fijada para conocer la verdadera causa de esta solicitud.
Las monjas tendrán que presentarse en la sala del tribunal judicial de la archidiócesis presidido por el vicario judicial en un acto administrativo y podrán ocurrir dos cosas: renegar y arrepentirse de la decisión cismática que tomaron el 13 de mayo con el manifiesto de ruptura con Roma o ratificarse en ella.
En caso de continuar adelante con el cisma, las diez monjas de Belorado podrían ser expulsadas del convento. Desde hace dos semanas, Roma decidió intervenir y nombró una comisión para reconducir la situación e instar a las religiosas y los pseudocuras Pablo de Rojas y José Ceacero a abandonar un bien que, pese a que dicen es propiedad de las monjas, no es del todo cierto.
Tal y como explicaba Burgosconecta que tuvo acceso a los documentos de propiedad del monasterio de Belorado, la realidad es que al abandonar la fe conciliar y abjurar de la jurisdicción romana, pasa de propiedad de la comunidad a ser un bien de la Federación de Clarisas.
Documentos de propiedad del convento de Belorado:
Esto es así porque la propiedad del monasterio de Belorado es de la Comunidad de Religiosas Clarisas de Belorado, con el 100 % del pleno dominio. El cenobio fue adquirido por inmatriculación en virtud de un documento privado de fecha de inscripción 22 de octubre de 1969. Es cierto que mientras existe la comunidad de religiosas católicas sujetas por el voto de obediencia al Papa, más allá de su propia congregación, la congregación -no las monjas una por una- son propietarias del convento.
Consultadas fuentes jurídicas de Burgos, la congregación de Belorado «es propietaria como persona jurídica, con un NIF e identificación concreta». Las religiosas «como personas físicas no tienen propiedad del monasterio», afirman. Por este motivo, si estas monjas dejan de pertenecer a la congregación que está acogida bajo la jusrisdición canónica de su Orden y de Roma, «pueden perder la condición de ser monjas de esa congregación, que seguirá siendo la propietaria».
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