En Aranda de Duero se incinera desde el lunes a personas fallecidas con COVID-19 en Madrid

Rodríguez asegura que no solo reciben peticiones de empresas de la capital, también de particulares, «que llaman directamente para no tener que esperar tanto, porque en Madrid los servicios funerarios están absolutamente sobrepasados». No es de extrañar, en la capital ribereña el trabajo de este sector ha llegado a triplicarse en las últimas semanas, «hemos pasado de hacer dos o tres servicios de media diarios a realizar hasta seis o siete», reconocen desde otra funeraria de Aranda.

La capital ribereña cuenta con dos tanatorios, con un crematorio cada uno para dar cobertura a toda la Ribera del Duero aunque, señalan, «los últimos días han sido todo llamadas de residencias de mayores y del hospital». Según indican, «aunque está habiendo muchísimo trabajo», están pudiendo «salvarlo» sin verse sobrepasados porque, «al no haber velatorios, ni ceremonias, se acortan los tiempos en cada servicio».

Por otro lado, pese a que no hay obligatoriedad de incinerar, esta opción ha aumentado un 90% desde el mes de marzo. Esto se debe a que «es altamente recomendabe» porque es la medida «más segura e higiénica» en el caso de las personas que han fallecido a causa del COVID-19. Así lo manifiesta Rodriguez, que considera que la rapidez es fundamental para efectuar el trabajo en esta situación «tan difícil». Por eso declara que lo ideal es que no haya que esperar más de 24 horas para efectuar la incineración. No obstante, algunas veces, «es imposible por carga de trabajo».

Desde los tanatorios ponen en valor la labor que realizan durante estos días, en los que sus trabajadores también están expuestos al contagio y, muchas veces, «sin los medios de protección adecuados». Además admiten que, si ya es un trabajo «delicado», en estos momentos «lo es todavía más» porque «las familias lo están pasando realmente mal con la normativa impuesta para los facellidos». Por eso destaca que hacen «un poco de psicólogos, ayudamos en todo lo que podemos y gestionamos lo que haga falta»,concluyen.

Las personas fallecidas en Madrid con Covid-19 podrán ser incineradas en Burgos o Ponferrada, siempre que la familia lo autorice. Así lo informaba en rueda de prensa la portavoz municipal del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz, tal y como adelantaba Europa Press.

«Requerimos siempre el permiso de la familia, cuando hay esperas de más días para las incineraciones», expresaba la también delegada de Seguridad y Emergencias, días después de que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, anunciara que se estaba negociando con otras provincias esta posibilidad.

El regidor quien agradecía la «enorme gratitud hacia las comunidades que envían respiradores» a Madrid, e indicaba que ahora toca a la capital ser solidaria. «La situación de Madrid invita a la esperanza, no es menos cierto que no podemos bajar la guardia», ha expresado.

Todo ello después de que el martes se anunciara que 20 sanitarios del Samur y otros tantos voluntarios acudirían a reforzar el trabajo de sanitarios en las provincias de Soria y Segovia. Martínez-Almeida ha recordado que Samur-Protección Civil fue reforzado con «87 nuevos trabajadores». Una cuarta parte de ellos serán destinados a estas dos provincias de Castilla y León.