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El aumento de los test incrementará los positivos en Castilla y León en pleno retroceso del virus
La crónica de la jornada

El aumento de los test incrementará los positivos en Castilla y León en pleno retroceso del virus

Verónica Casado admite que se pasará «de 700-800 a entre 2.000-2.500 pruebas al día» en la comunidad

Antonio G. Encinas

Valladolid

Miércoles, 8 de abril 2020, 08:25

Cuenta alguien que comparte día a día conversaciones con médicos y pacientes que estos le trasladan que hay algo en dos semanas de hospitalización en la UCI que desde fuera cuesta imaginarse: se ve morir a mucha gente. Los médicos y enfermeros, sí. Pero también ... los enfermos que comparten angustia con otros.

Es lo que hay detrás de los números. De esas estadísticas oscilantes que marcan, oficialmente, 9.581 casos confirmados y 1.028 muertos en Castilla y León, pero que no se aproximan ni de lejos a la crudeza real de la pandemia. Los datos registrados en el sistema Medora establecen 36.007 posibles positivos por coronavirus en la región y la cifra de fallecidos apuntada por la Consejería de Familia añade 717 «fallecidos con síntomas compatibles» a los 1.028 confirmados por Covid-19 en el parte oficial.

«Estamos haciendo muchos más test. A medida que hagamos más test las cifras se irán acercando a los casos registrados en Medora», asumía Verónica Casado. Es decir, que la foto de hoy estaría más cerca de los 36.000 casos que de los 10.000. Y eso, sin embargo, no es negativo, sino al contrario. Castilla y León ha publicado datos como no lo ha hecho ningún otro Gobierno autonómico -con sus posibles deficiencias por el modo en que se han ido haciendo las pruebas o contabilizando los fallecidos en residencias, hospitales o, también, domicilios-, y ahora reclama lo mismo al resto del país. Sin datos homogéneos, no hay análisis serio que permita conocer la evolución de la pandemia y, en consecuencia, articular la salida del embrollo. «Una de nuestras máximas inquietudes es tener un sistema de información lo más compacto, fiable y riguroso y que se acerque a la realidad lo más posible. Es lo único que nos da herramientas para poder hacer una buena planificación. Nos interesa saber los fallecidos en domicilios, en residencias y en hospitales. Trabajamos con el Instituto de Medicina Legal y Forense para saber los datos de fallecidos por Covid-19», explicaba Casado. Francisco Igea, que además de médico y vicepresidente es el encargado de los asuntos de Transparencia en la Junta y, por tanto, del portal de Datos Abiertos, será el especialista designado por la comunidad autónoma en el Comité de expertos. Su primera reivindicación ya se puede anticipar. Solo hay que escuchar a Verónica Casado. «Debemos recoger todos datos similares, de incidencias, prevalencias, casos registrados, fallecimientos... Nos preocupa sobremanera. Queremos tener un único buen sistema de registro. Los sistemas de información son claves para saber bien qué es lo que pasa y gestionar nuestros recursos de la forma más adecuada».

Conocer mejor la realidad

Esta fijación por los datos va a provocar una curiosa paradoja. Mientras los casos confirmados subirán indefectiblemente, la situación tenderá a estabilizarse en una curva de bajada que ojalá sea prolongada. Porque no es lo mismo hacer 800 test diarios que 2.000. En una semana, esa diferencia de 1.200 al día serán 8.400. Y se detectarán positivos que hoy quedan fuera del radar de confirmados por carecer de síntomas graves. «No temo que suceda», aseguró la consejera de Sanidad. «Los casos se van a incrementar porque nos vamos a acercar a la realidad y muchos tendrán que ver con síntomas leves. A medida que hagamos más test conoceremos mejor la realidad y probablemente esos datos irán convergiendo con los de Medora. Tendremos muchos más datos. Hasta ahora hemos hecho 700-800 test y vamos a intentar hacer 2.000-2.500 pruebas diarias», aseveró.

La relevancia de los datos se aprecia en el día a día. Un médico de Atención Primaria reseñaba días atrás, en conversación con El Norte, que habían detectado que los casos cuyos síntomas no remitían pasados seis días eran más propensos a empeorar de forma súbita. «Hemos detectado que a partir de ese momento, quinto ó sexto día, hay un perfil de paciente que empieza a ir mal, que no evoluciona bien. Hay un 80% de pacientes con transcurso benévolo, pero un 20% no. Requieren una intervención más intensa. Incluso un 5% tendrá necesidades de tratamiento en críticos. Ese 20% a partir del quinto ó sexto día empiezan a evolucionar mal y hay que iniciar un tratamiento intensivo desde Atención Primaria para evitar que terminen por ir al hospital en peores condiciones y necesiten UCI», señalaba. Fueron muchos los que anotaron circunstancias semejantes en sus informes y de ahí partió la decisión de la Consejería de Sanidad de anticipar tratamientos agresivos para quienes cumplieran esos requisitos que se habían observado con el devenir de los días y los casos.

La paradoja de las cifras será que el país intentará comenzar con el 'decalaje' o la 'desescalada'-nuevos términos para el ya amplio glosario del coronavirus- mientras suben exponencialmente de nuevo los casos confirmados. Para comparar curvas adecuadamente habrá que fijarse, en el caso de Castilla y León, en las de incidencia observada en Atención Primaria y, siempre, en los fallecidos. Aunque aquí también habrá repunte si se consignan, al fin, todos los caídos en residencias de mayores o los que han muerto en sus domicilios. (No se debe olvidar que Valladolid, por ejemplo, se puso como 'leit motiv' este año combatir la soledad no deseada. Y esa soledad en la que fallecían algunos mayores sigue presente, más atroz si cabe, en plena pandemia).

Colaboración

Esos relanzamientos estadísticos tendrán que vigilarse desde otro escenario clave: las UCI. Son esas estancias las que ofrecen la dimensión exacta de la alerta sanitaria. El leve retroceso de la pandemia permite ahora que algunas se desahoguen. Aunque sea a costa de llevar pacientes a otras comunidades. «Nos pidieron en Soria que descargáramos la UCI y esta mañana he estado hablando con la consejera de Sanidad de La Rioja y vamos a trasladar a algún paciente de Soria a Logroño», anunció Casado. Y su homóloga, Sara Alba, explicó que se lo ofreció porque ellos tienen 12 camas libres y es lo que toca. «No hay otra manera de trabajar: juntos y unidos se puede, juntos y unidos somos más fuertes», proclamó. Algo similar, aseguró Casado, ocurre con Segovia, donde sin embargo el malestar por lo vivido durante estas semanas aún perdura. «No comparto que sea la gran olvidada de la crisis, aunque sí la más golpeada por la pandemia», advirtió la consejera. «Se le está apoyando con traslados a Valladolid, se llama a las UCI para trasladar a los profesionales. No ha colapsado el hospital de Segovia. Ahora las cosas se van tranquilizando. Esta misma mañana le he dado dos referencias al gerente para contratar más profesionales. Todos somos Segovia, todos somos Soria».

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