Los apartamentos turísticos y cámpines de Burgos salen reforzados de la pandemia

Por un lado, y a falta de conocer los datos de diciembre, los apartamentos turísticos ya han acogido en 2022 un 85,4 por ciento más de viajeros que en todo 2019. Igualmente, los cámpines han recibido un 2,1 por ciento de viajeros en 2022 que en 2019.

En cambio, los alojamientos de turismo rurales presentan peores datos en 2022 (a falta de diciembre) que en 2019. De momento les han visitado un 11 por ciento menos de viajeros.

Según los datos del INE, los apartamentos turísticos acogieron ya en 2021, un año todavía marcado por la pandemia de la covid-19, más viajeros que en 2019. En 2019 los apartamentos turísticos de la provincia recibieron a 12.621 viajeros, en 2021 el número creció hasta los 27.051 y en 2022 han alcanzado los 23.400 y están pendientes los datos definitivos del mes de diciembre.

Por su parte, los cámpines también han visto como se convierten en una opción estable para el alojamiento. En 2019 pasaron por estas instalaciones burgalesas 71.433 viajeros, en 2021 la cifra cayó hasta los 44.723, pero en 2022 volvieron a subir hasta los 72.952. Es decir, a falta de los últimos datos, ya se superan las personas que se alojaron en cámpines burgaleses en 2019.

Debido a la covid-19, la tendencia en viaje parecía orientarse a turismo rural, en la naturaleza, lejos de aglomeraciones, pero parece que los viajeros que han ido llegando a Burgos han optado más por apartamentos y cámpines que por alojamientos rurales.

Estos presentan peores datos en 2022 que en 2019. Si en 2019 llegaban hasta los 110.120 huéspedes, en 2021 la cifra cayó hasta los 71.188 y en 2022 parece que no ha remontado, pues se queda en los 11 meses de los que se conocen datos en los 98.320 viajeros.