Sábado, 18 de abril 2020
Los menores de 12 años podrán salir a la calle a partir del 27 de abril. Es la primera medida de relajación de las restricciones instauradas el 14 de marzo para combatir la pandemia que anunció este sábado el presidente del Gobierno. Pedro ... Sánchez también confirmó la prórroga del estado de alarma hasta el 10 de mayo, y a partir de entonces y siempre que se den las condiciones sanitarias, habrá una desescalada de las condiciones del confinamiento, pero que será territorial y asimétrica.
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Los detalles no están cerrados, pero los niños podrán volver a pisar la calle dentro de ocho días. No se sabe cuántas horas, «será un rato al día», apuntó el presidente. Tampoco aclaró si se establecerán turnos de salida ni a qué distancia de podrán alejar de sus domicilios ni si podrán ir a los parques o a visitar a otros familiares. Deberán ir acompañados de un responsable familiar, pero también está por resolver si, por ejemplo, podrán acompañar a sus padres a las compras de alimentos o a la farmacia.
Sánchez dijo que discutirá este domingo con los presidentes de las comunidades autónomas los detalles de la medida, pero, sobre todo, se guiará por los criterios del comité científico que asesora al Gobierno. Varios gobernantes, entre ellos el lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente de la Generalitat, Quim Torra, habían reclamado en los últimos días la suavización del régimen de confinamiento de los menores después de cinco semanas de encierro. La comunidad científica, sin embargo, estaba dividida por la facilidad de los niños para ser portadores del coronavirus, y en el Consejo de Ministros también había un intenso debate.
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Pero el presidente del Gobierno explicó que, tras consultar con pediatras y sicólogos infantiles, decidió dar luz verde a las salidas desde el 27 de abril. Una medida, avisó, que se podrán revertir si empeora el cuadro general de la pandemia. Italia, un país con una crisis sanitaria de características similares a España, permitió desde el 1 de abril que los niños dieran pequeños paseos.
Será la única medida de relajación que entrará en vigor desde el 27 de abril. Los adultos no podrán salir a correr o realizar otras actividades deportivas en solitario, como se permite en otros países también con fuerte impacto de la pandemia. «Iremos tomando otras medidas cuanto antes», se comprometió el presidente del Gobierno, pero en todo caso será después del 10 de mayo porque Sánchez anunció este sábado que volverá a pedir la autorización del Congreso para prorrogar el estado de alarma hasta el «9 de mayo incluido». Será la tercera prolongación desde el 14 de marzo.
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Una vez que concluya esta nueva prórroga se estudiará la desescalada del confinamiento, que en todo caso, afirmó, será «cautelosa, gradual y progresiva» para evitar rebrotes de la Covid-19. Con una novedad relevante, será territorial y asimétrica. Es decir, no será homogénea para todo el país, ni siquiera para toda una comunidad autónoma o una provincia. Así como la declaración del estado de alarma fue universal, su levantamiento no lo será, y podrá aplicarse en una comarca, en un municipio o en varios, en una isla. En todo caso, aclaró, no implicará la libre circulación de las personas en las zonas beneficiadas ni la apertura de todas las actividades económicas.
El coronavirus en cifras
Sara I. Belled Ariel ferrandini
Sánchez también condicionó la adopción de estas medidas, que tampoco detalló, a escuchar los criterios de los presidentes autonómicos y el comité científico. Explicó que se utilizarán «dos marcadores» territoriales, el nivel de propagación del virus y el estado de salud de la población, para evaluar la situación. Ambos criterios determinarán en qué lugares se podrá aflojar el confinamiento, pero las decisiones, volvió a advertir el presidente, tampoco «serán definitivas, y si vemos avances o retrocesos, revisaremos las medidas en términos positivos o negativos». Va a ser «una lenta marcha hacia la normalidad» dentro de un proceso «muy complejo».
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A lo que no pudo responder Sánchez es a las posibilidades que habrá este verano para viajar de vacaciones. «Ojalá, pero hay respuestas que no se pueden dar ahora», respondió. Todo va a depender de la evolución de la pandemia. «Hemos conseguido -resaltó- lo más difícil, contener la propagación». Los índices de expansión del virus, añadió, han pasado de que un enfermo contagiara a tres personas al inicio del estado de alarma a menos de un contagio por infectado. Pero «los logros son insuficientes» para relajar las medidas, además de «frágiles».
NURIA VEGA | Madrid
A menos de 48 horas de la videoconferencia entre Pedro Sánchez y Pablo Casado, el presidente del Gobierno apeló este sábado a la «responsabilidad» que tiene el PP como partido que gobierna en comunidades autónomas y ayuntamientos para intentar atraer al líder de los populares al acuerdo por la reconstrucción que el Ejecutivo pretende impulsar con las formaciones del arco parlamentario. «Estamos en una batalla -adujo-, en una guerra que necesita de la unidad de todas las fuerzas políticas».
Los pactos que propone Sánchez, y que aún deben ser dotados de contenido, atenderían a cuatro ámbitos: medidas para «reconstruir y reforzar» el sistema de salud; actuaciones «financieras, fiscales y administrativas» para relanzar el tejido empresarial y los sectores afectados por la pandemia, así como decisiones en materia de empleo; acuerdos de protección social para los colectivos más vulnerables; y la búsqueda de una posición común para la negociación con la Unión Europea.
En el Gobierno abogan por trabajar en un consenso lo bastante amplio, aun con fuerzas políticas antagónicas entre sí, para poder mitigar los efectos económicos y sociales que deje la pandemia. «Unidad -sostuvo este sábado Sánchez, consciente de las reticencias de algunos partidos, como el PP- no es uniformidad».
Los populares, sin embargo, han mostrado en las últimas horas su escepticismo sobre la oferta del Gobierno y su temor a que el enfoque de las medidas económicas esté condicionado por Unidas Podemos. También Ciudadanos advirtió esta semana, tras el encuentro de Inés Arrimadas con el jefe del Ejecutivo, sobre la influencia que pueda tener el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en la orientación de los pactos.
Sánchez, en todo, descartó que la configuración del Gobierno, que es la suma de PSOE y Unidas Podemos, haya formado parte de las conversaciones mantenidas hasta ahora con los partidos. «Tampoco habría dejado que me lo planteen», zanjó. En los últimos días, han sido varios los mensajes de miembros del Consejo de Ministros encaminados a blindar el Ejecutivo de coalición.
El presidente del Gobierno, además, no ve elementos para no explorar el acuerdo de reconstrucción. «Es el esfuerzo que tenemos que hacer todas las familias políticas, en representación legítima de la voluntad de los españoles -subrayó este sábado- , y dejar a un lado los intereses partidistas».
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