Ciudadanos advierte de que el PP ha cambiado a su partido por un socio «peor» y «bastante más extremista»

Con estos resultados, el ambiente en la sede escogida para seguir el escrutinio era de tristeza y resignación. El PP ha adelantado unas elecciones que les sacan del Gobierno y casi de las Cortes. Reconocía José Ignacio Delgado, cabeza de lista por Burgos, que esperaban unos resultados mejores, «al menos, haber obtenido grupo parlamentario».

Tras calificar los resultados como «malos» y tras una llamada a Begoña Villacís para hacer balance, Delgado se dirigía directamente a ese hombre que «apretó el botón nuclear», Alfonso Fernández Mañueco. «Si tuviese vergüenza, dimitiría ahora mismo», ha asegurado.

Para Cs el PP buscaba con este adelanto electoral gobernar en mayoría, algo que los 'populares' tampoco se han molestado mucho en ocultar. Los resultados no les permiten gobernar en mayoría. Necesitarán otro pacto, en 2019 el pacto se lo ofreció Cs, ahora será con Vox. Santiago Abascal ya ha pedido la vicepresidencia para Juan García-Gallardo, el candidato de Vox a la Presidencia. «El PP necesita otro pacto, pero ahora será con un socio peor que Ciudadanos y bastante más extremista. Ese PP que decía ser centroliberal está muy cómodo con Vox y ya vemos que eso de centroliberales no es así», ha asegurado Delgado.

El cabeza de lista de Cs ha calificado de «preocupante y peligroso» que Vox entre en el Gobierno. Ha asegurado que a los ciudadanos «nos va a afectar en derechos fundamentales».

Vox ha concentrado gran apoyo en el medio rural en la provincia de Burgos. Delgado ha señalado que ese apoyo «del mundo rural y de gente joven significa que la población está enfadada y quiere cambio. A veces se vota por lo nuevo, pero otra cosa es el papel que haga Vox. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Son un partido que no cree en las autonomías, qué van a hacer cuando entren en el Gobierno», se preguntaba.

Igea intentaba levantar la moral de la tropa desde Valladolid y los representantes del partido en Burgos lo escuchaban desde la sede escogida en la capital burgalesa. Pero el discurso de Igea no calaba en Burgos. Los aplausos de Valladolid no se replicaban en Burgos. Esa era la realidad.

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