El extraño objeto de Burgos de fama internacional

El muro que da al sur, a la izquierda según se entra en el Arco de San Martín desde Fernán González, esconde un secreto. Lo que durante mucho tiempo se creyó que era la medida de la Tizona cidiana es en realidad la medida que se usó en todo el Imperio Español. Así lo describe el arquitecto técnico Eloy López Zamanillo en su tesis doctoral 'Génesis del núcleo urbano burgalés': «Sobre el mismo, incluso se realizó una incisión a la altura del Zócalo, donde estuvo colocada la denominada vara de Burgos o vara de Castilla, unidad de medida de la ciudad, que se extendió a todo el resto de la corona…».

La adoptó Felipe II en su pragmática del 24 de junio de 1568. La declaró medida patrón del reino de Castilla, tras un estudio elaborado por el arquitecto y matemático Juan de Herrera. Es la Vara de Burgos. La medida de la Vara de Burgos también era muy precisa comparada con las actuales. era 0,835905 metros, o lo que es lo mismo, tres pies de casi 28 centímetros.

Así pues, la unidad de medida en España eran las varas. Cada ciudad tenía la suya. Además de Burgos, había medidas similares en Toledo o en Valencia. Y tenían similares longitudes, tres pies. Como cada ciudad tenía la suya los escalados para determinar ciertas medidas era un caos. Era imposible entenderse entre los comerciantes porque no existía un registro único.

La medida del monarca puso fin a cualquier controversia. La de Burgos era la elegida. Tan importante fue que se convirtió en la medida universal en medio mundo. Y la ciudad también marcó la pauta en la moneda. La ceca de Burgos estableció la validez de este tipo moneda. Y la corona adoptó también el sistema de pesas y medidas de Castilla. Una de las varas originales se conserva en la vitrina cidiana de la Sala de Poridad del Arco de Santa María.

Marcada en la piedra del Arco de San Martín está la medida. Tiene su lógica -como en otras ciudades- que esas marcas de medidas estén en las puertas de entrada y salida de la ciudad. Así los recaudadores de impuestos podían cobrar la tasa en función de la medida de sus mercancías.

De esta manera, por ejemplo, la Vara de Burgos fue el estándar utilizado en la California provincial. Las misiones, presidios y pueblos informaron las dimensiones de sus iglesias, edificios y muros en términos de vara, y las distancias se expresaron en términos de legua de 5,000 varas, relata J. N. Bowman, archivero emérito del Estado de California, desde la Universidad de Berkeley.

La longitud de la vara de Burgos es la misma -no es casualidad- que la de mando que portan alcaldes y alcaldesas. Es signo de autoridad. Por eso se usaba para dirimir conflictos o para la medición de tierras. La referencia californiana, explica Bowman, viene de México y se basó en la vara burgalesa.

El origen etimológico de la palabra vara viene del latín, virga, que literalmente es vara. Era la forma de medir desde el Imperio Romano en la Península. Apenas se vio interrumpido su uso en algunas de las invasiones posteriores o tras la conquista de los árabes.

Y se exportó al imperio de Castilla en la conquista de América. Pero Bowman descubre algo sorprendente. Sabedor que los pueblos y culturas precolombinas tenían varas de mando, consiguió comparar la vara castellana con las de los jefes de las aldeas de Guatemala o de la mexicana Oaxaca u otra de la ciudad de San Salvador. Eran casi idénticas. Las tres se encuentran ahora en la Biblioteca Bancroft. Otro palo vara se encuentra en el Museo de Los Ángeles.

Algo parecido -y más moderno- a la medida de Burgos en el Arco de San Martín, se puede ver en Francia. En la fachada del Ministerio de Justicia en París, justo debajo de una ventana de la planta baja, hay un cuadro de mármol grabado con una línea horizontal y la palabra 'metre', metro en castellano.

Se determinó que el metro debía ser la diez millonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre que pasa por París, o lo que es lo mismo, de la distancia desde el Polo Norte hasta el ecuador de la Tierra. Y fue la Asamblea Nacional, en plena Revolución Francesa la que aprobó la base del Sistema Métrico Decimal. En España no fue oficial hasta el 19 de julio de 1849 y obligatorio desde el 1 de enero de 1859.

Hoy ya no se define el metro como la mayor parte de los escolares lo aprendió, por un problema de escalas ya que este sistema decimal genera cifras muy grandes para problemas muy sencillos o básicos. Ahora los estudiantes lo tienen más complicado para aprenderlo. Con precisión se define como la longitud del trayecto recorrido en el vacío por la luz durante un tiempo de 1/299.792.458 de segundo.

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