Borrar
Luuk de Jong marca el gol ante el Real Madrid que luego le fue anulado al Sevilla por falta de Gudelj a Militao. Emilio Naranjo (Efe)
El VAR de los líos
Análisis

El VAR de los líos

Lejos de aclarar conceptos y reducir la polémica, la aplicación de la tecnología para resolver las acciones controvertidas genera más confusión y críticas

Óscar Bellot

Madrid

Lunes, 20 de enero 2020, 18:37

La vigésima jornada de Liga volvió a servir como caldo de cultivo para los detractores del videoarbitraje. Lejos de aclarar conceptos y reducir la polémica, la aplicación de la tecnología para resolver las acciones controvertidas sigue generando críticas y confundiendo a los aficionados, ... que se preguntan dónde quedó la simplicidad de aquel juego basado en 17 reglas que se sabían de carrerilla y que ahora se ha convertido en una suerte de tratado indescifrable, plagado de circulares cuya interpretación varía como una veleta y que han avivado las discusiones allá donde se pretendía acabar con el debate derivado de los inevitables errores humanos.

Contra el videoarbitraje clamó esta vez el Sevilla por boca de su director deportivo, Monchi, y de su entrenador, Julen Lopetegui, como hiciera semanas atrás el Real Madrid por la de Emilio Butragueño con aquel «caray» que le sirvió al habitualmente comedido y diplomático director de Relaciones Institucionales de la entidad de Chamartín para afear que no se señalizasen dos claros penaltis de Ivan Rakitic y Clément Lenglet a Raphael Varane en el clásico disputado en el Camp Nou el pasado 18 de diciembre y dar de paso un toque de atención por parte de un club que se consideraba agraviado.

El duelo entre hispalenses y merengues fue en esta ocasión el epicentro de las disputas a raíz del gol anulado a Luuk de Jong en la primera parte por un bloqueo previo de Nemanja Gudelj a Éder Militao que hubiese supuesto el 0-1 y el concedido ya en el segundo periodo al espigado delantero pese a que los pupilos de Zinedine Zidane reclamaron hasta dos manos de Munir previas a la llegada del balón al ariete neerlandés que atendiendo a la circular número 4 redactada por el Comité Técnico de Árbitros antes del comienzo de la presente campaña debieron invalidar la acción que puso el momentáneo 1-1 en el marcador.

Abortó Martínez Munuera el primer gol tras revisar la acción de Gudelj sobre Militao que no vio en primera instancia y difícilmente encaja en la definición de error claro y manifiesto que reclama la intervención del VAR pero sí otorgó el segundo, aunque la antedicha circular es inequívoca al subrayar que cometerá infracción el jugador que «recupere la posesión del balón después de que éste le toque en la mano o el brazo» para luego «marcar gol en la portería adversaria» o «generar una ocasión de gol», como sucedió con el hispano-marroquí en el Bernabéu. «Si anula ese gol bajo al campo y saco al equipo», aseguró el sábado Monchi, todavía inflamado por la jugada de la primera parte que llevó a Lopetegui a clamar que aquello era «una vergüenza» mientras enfilaba el túnel de vestuarios.

Enconamiento

El uso del videoarbitraje, que ha aportado mayor equidad al fútbol español desde su adopción el curso pasado, está siendo enjuiciado especialmente en su segunda temporada. Se cuestiona desde el grosor y perspectiva de las líneas trazadas en acciones en las que el fuera de juego depende de milímetros, como aquellas que originaron una disputa entre la Federación y LaLiga a cuenta de la diana de Denis Cheryshev que le valió el triunfo al Valencia en su visita a San Mamés en la séptima jornada, a la omisión del mismo en lances que encajan dentro de los cuatro supuestos contemplados –goles, penaltis, tarjetas rojas o confusión de identidad- y su empleo en otros, caso del gol anulado a De Jong, que no parecen amoldarse a su utilización.

Se recela también del viraje sobre la marcha de algunas directrices, con las entradas involuntarias por detrás y sin un componente violento que a principios de temporada se castigaban con la expulsión, como le sucedió a Luka Modric en el Celta-Real Madrid de la primera jornada, y ahora no acarrean la roja como máximo exponente, pese a que la semana pasada el presidente del Comité Técnico de Árbitros, Carlos Velasco Carballo, defendió que jamás se ha «cambiado un criterio a mitad de temporada» y nunca se hará, además de resaltar el elevado porcentaje de acierto en las intervenciones del VAR.

En el fondo del debate subyace el enfrentamiento entre los puristas del fútbol a la antigua usanza, que aducen que la tecnología está desnaturalizando al deporte rey, y los apóstoles de unos nuevos tiempos que en lugar de terminar con la controversia y el encono a cuenta de las decisiones arbitrales han elevado el nivel de alboroto en torno a una práctica que sigue viéndose con distinto prisma en función de las banderas.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta El VAR de los líos