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JESÚS BALLESTEROS
BARCELONA
Sábado, 7 de marzo 2020, 01:33
Estaba claro que al Barça no le iba salir gratis la derrota en el clásico del Santiago Bernabéu. Quique Setién, sus jugadores y el club intentaron relativizar el 2-0 agarrándose a la buena primera parte, a las ocasiones creadas, a los goles afortunados ... del Real Madrid, a que la diferencia en la clasificación es de sólo de un punto... Como el aficionado barcelonista en general ya acumula golpes desde hace semanas, uno más no hizo tanto daño y ya parecía dispuesto a comprar la idea de la falsa tranquilidad.
Pero la calma duró pocas horas porque las televisiones captaron a Eder Sarabia, segundo entrenador azulgrana y mano derecha de Setién desde hace años, muy enfadado en el banquillo del Bernabéu, criticando con palabras muy duras las acciones de algunos de sus propios jugadores. En realidad, nada nuevo en el fútbol. Poli bueno, primer entrenador, Setién, seduciendo con el verbo; y poli malo, Sarabia, más directo.
Pero lo que sí es diferente en este caso es que el técnico cántabro se disculpara con la plantilla y con el club por esa atuación de su ayudante. Asi lo confesó en una entrevista en 'El Periódico' y eso fue lo que tuvo que aclarar en rueda de prensa horas antes del Barça-Real Sociedad porque era inevitable la sensación de haberse bajado los pantalones ante la presión de los intocables y consentidos cracks del vestuario, molestos por las palabras de Sarabia. También se generó enemigos Setien entre los medios de comunicación por lamentar que estén pendientes de grabar los mensajes de su cuerpo técnico. Esa batalla sí la tiene perdida. Les seguirán grabando, como a todos. Y ahora más, por supuesto.
Quique Setién quiso dejar claro que Eder Sarabia seguirá dando órdenes con su temperamento habitual, pero deberá hacerlo con otras formas, cuidando su lenguaje. El técnico, algo molesto por la polémica, explicó: «Este tema yo creo que ya no da mucho más de sí. Eder Sarabia lo único que ha hecho mal son las formas en las que se ha expresado, eso es lo que a mí no me gusta. Esto lo quiero matizar bien porque hay cosas que pueden generar dudas pero nosotros no las tenemos. Es muy normal la interpretación que pueda hacer mucha gente sobre los gritos. Demostrar a los jugadores tu carácter y tu temperamento de esta manera me encanta y no me preocupa. Lo que me preocupa son las formas. Y esto es lo que tengo que matizar. Cuando hemos pedido disculpas es porque hay una serie de palabras que no se deben utilizar cuando representas un club como este. En lo demás todo el mundo entiende los gritos para incentivar y motivar. Esto es otra cosa. Nosotros tenemos la obligación de guardar las formas porque hay muchos niños mirando y hay gente que entiende que la educación debe primar en la gente que salimos en los medios. Las formas hay que cuidarlas, el fondo siempre se ha producido. Unos un poco más, otros un poco menos. Lo importante son las formas, no el fondo. Eder Sarabia seguirá siendo el de siempre».
Quedó en el aire que la relación con el vestuario haya dejado de ser la ideal: «No sé en qué se basan para decir que no tenemos control sobre el vestuario. La realidad es que estamos encantados con el vestuario que nos hemos encontrado. Pensaba que sería más difícil pero esto es una balsa de aceite. Y así lo explico. Los jugadores están aceptando todo con una actitud extraordinaria. No se han quejado absolutamente de nada. Algunos dan su opinión, porque la pedimos, y nada más. Ellos tienen claro el puesto de cada uno. Y lo hacen con una actitud extraordinaria. Son datos objetivos, que los tenemos, que manejamos y que los ponemos encima de la mesa. La realidad igual no os interesa pero tenemos una relación con el vestuario extraordinaria».
Todo eso estará bajo la lupa este sábado en el Camp Nou ante una Real Sociedad que llega como brillante finalista de la Copa de Rey y con calidad y capacidad para aprovechar cualquier conato de crisis en el Barça. Setién intentó despejar cualquier duda sobre su equipo repitiendo: «Generamos siete ocasiones claras ante el Real Madrid, la diferencia fueron diez centímetros, yo valoro muchas otras cosas».
Pero sólo le vale ganar en un fin de semana en el que el Madrid visita al Betis en una salida complicada. Y si no es así, con buena imagen además, todo su discurso habrá valido de poco. No podrá contar con los lesionados Sergi Roberto, Luis Suárez, Dembélé y Arthur, otra vez lesionado, esta vez en el tobillo ahora que su pubalgia era pasado. Entran en la lista de 18 Riqui Puig, Álex Collado y Ansu Fati, del Barça B.
En la Real Sociedad, Imanol Alguacil tiene claro que, con el impulso del pase a la final de Copa, es el momento de acabar con una racha negra de 25 años sin puntuar en el Camp Nou: «Es un reto muy grande jugar contra el Barcelona en su campo, pero estamos en una buena racha, sacando buenos resultados, y nuestra idea es alargarla todo lo que podamos. Vamos a ir con la intención de jugar como siempre. Va a ser complicado porque, si son tantos años, es porque es complicado, aunque los dos que he estado yo hemos estado cerquita de sacar algo positivo. Vamos a ver si a la tercera es la vencida. En el momento en el que estamos, nos creemos que podemos sacar algo, aunque sabemos de la dificultad del rival». Illarramendi es baja por lesión. Diego Llorente, que estaba en el dique seco, ya se ejercita con el grupo y podría tener su oportunidad, después de que Aritz Elustondo se cayese de la convocatoria por una contusión que sufrió el miércoles en Anduva.
Cuando las pañoladas y los silbidos son la tónica habitual en el Camp Nou, parece que el resultado está lejos de ser lo más importante. Y eso que ganó el Barça a la Real Sociedad con un gol de penalti en los minutos finales. Pero el juego y la imagen que sigue ofreciendo el equipo culé es fiel reflejo de lo que se está viviendo en Can Barça.
Se aferra el equipo de Quique Setién a la pelea por el liderato merced a una jugada clave del choque, cuando corría el minuto 80 y que permitía a Messi hacer olvidar la derrota de hace unos días en el clásico del Bernabéu. El argentino marcaba el único gol del duelo, pero ni el triunfo parece suficiente para alejar el debate ya instalado en la Ciudad Condal de hacia dónde van este club y este equipo.
Más allá de los resultados y las incontables ocasiones de las que dispuso el equipo de Quique Setién, es alarmante la crisis de juego que sufre el Barcelona. No es nuevo, es un mal que dura ya demasiados meses. La ausencia de gol puede ser o no pasajera, pero no lo es la incapacidad manifiesta para controlar un solo partido, para mantener un patrón digno del libreto azulgrana y, por ende, para resolver con triunfos los enfrentamientos que dispute. Ante un equipo cansado como la Real, con retoques por su eliminatoria copera, sólo fue capaz de ganar de penalti. No es de extrañar por tanto que sea nota habitual en las gradas del Camp Nou los continuos pitos y gritos contra el palco e incluso contra el juego del equipo. Mucho ha tardado esta acomodada afición en saltar en contra de lo que se viene haciendo en el club.
Barcelona
er Stegen. Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Rakitic (Vidal, min. 74), Busquets, De Jong, Griezmann (Ansu Fati, min. 85), Braithwaite (Junior, min. 88) y Messi.
1
-
0
Real Sociedad
Remiro, Gorosabel, Llorente (Zubeldia, min. 71), Le Normand, Monreal, Guevara, Odegaard, Merino, Portu, Barrenetxea (Oyarzabal, min. 58) e Isak (William José, min. 82).
GOL: 1-0. min. 80. Messi, de penalti.
ÁRBITRO: Martínez Munuera (valenciano). Amonestó a Lenglet, Messi, Merino, Piqué, Guevara y Busquets.
INCIDENCIAS: Estadio Camp Nou. 77.035 espectadores.
Llegaba el Barcelona al choque ante la Real Sociedad necesitado por el revés sufrido en el Bernabéu y ni el cansancio acumulado del rival por las eliminatoria copera le dio ventaja a los de Setién. La derrota ante el Madrid hacía impensable un nuevo resbalón en la pelea que ambos equipos mantienen por el liderato de la Liga.
Pero a este equipo le cuesta un mundo no ya generar ocasiones de gol, sino lograr que éstas acaben en gol. El duelo estaba disputado en un tú a tú que al cuadro vasco parecía sentarle de maravilla. Messi, algo más activo que hace unos días, tuvo un par de ocasiones para adelantar a los suyos. Pero el ansiado gol no llegaba, mientras que los de Imanol Alguacil no bajaban la cara en el intercambio de golpes.
Su clasificación para la final de la Copa daba alas a una Real que tampoco quiere bajarse de la zona noble de la clasificación donde anda instalado desde hace ya tiempo. Su racha de victorias se extendía hasta los primeros días de febrero cuando fue derrotada por el Leganés. Desde aquella jornada, la 22, había vencido los tres partidos ligueros que había disputado.
Pero el Barcelona siempre se ha desenvuelto bien en casa ante la Real. De hecho, hay varias generaciones de aficionados azulgranas que no saben lo que es ver perder a los suyos cuando juega contra el equipo 'txuri-urdin'. El equipo culé había enlazado hasta 23 victorias seguidas como local ante la Real. Ya 24.
Futbolísticamente, no es que mereciera ganar el Barcelona por muchas veces que tuviera ocasión de marcar, pero lo logró aunque la Real mantuvo el tipo hasta el final. Ante la falta de acierto en jugadas, el desbloqueo llegó desde el punto de penalti. Un penalti que sólo vio en directo el VAR. Y es que gracias a la revisión, señaló el árbitro la pena máxima que Messi se encargaría de materializar.
Postrero gol que evitaba otro mazazo para los de Setién, quien podría ver cómo sus ex le devuelven el liderato. Todo dependerá de lo que haga el Madrid en el Benito Villamarín.
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