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El Mirandés busca el más difícil todavía. Con el 2-1 de la ida ante la Real Sociedad, un resultado en Anoeta que invita a soñar, Anduva afronta el reto final, el de meter a su equipo, un ascendido la temporada pasada a Segunda, ... en el partido por el título de la Copa del Rey. No es la primera semifinal de la historia del club rojinegro, que hace ocho años también llegó al penúltimo escalón del torneo del KO y no pudo con el Athletic, pero sí es nuevo el hecho de que la última palabra la tiene su fortín. Allí donde a lo largo de su idilio con la Copa ha dejado hasta once víctimas de Primera, el Mirandés se enfrenta a una oportunidad jamás soñada.
La magnitud de lo que podría conseguir el equipo entrenado por Andoni Iraola es histórica, pues sólo tres equipos a lo largo de los casi 120 años de historia de la Copa consiguieron alcanzar la final sin militar en Primera. El primero fue el Betis en 1931, cuando cayó ante el Athletic en el Viejo Chamartín; el segundo el Sabadell, que cedió en 1935 frente al Sevilla en el mismo escenario, y el último y más sorprendente, el Castilla, filial del Real Madrid que se enfrentó al primer equipo en el Santiago Bernabéu en 1980, en una curiosa circunstancia que ahora ya sería imposible, toda vez que los equipos dependientes no disputan el torneo. Por su parte, la importancia de lo que está en juego para la Real no se queda atrás, pues el equipo 'txuri urdin' no disputa una final de Copa desde hace 32 años, en 1988 frente al Barça, que impidió a los donostiarras revalidar un título que habían conquistado el año anterior.
El duelo llega precedido por la polémica acerca del descanso de ambos equipos antes de afrontar un partido de semejante dimensión, pues en Miranda lamentan que su equipo disputase el partido liguero frente al Girona el domingo por la mañana mientras que la Real hiciese lo propio ante el Valladolid en Anoeta el viernes por la noche. Más allá de polémicas sobre el calendario, el Mirandés no atraviesa por su mejor momento de la temporada, pues acumula nueve jornadas sin conocer la victoria en Segunda, aunque ocho de ellas se han saldado con un empate. Abonados a la igualada, los rojinegros se mantienen en una cómoda situación de mitad de tabla, seis puntos por encima del descenso a y cuatro del playoff de ascenso.
La Real llega lanzada, tras golear al Valencia y derrotar al Valladolid en Anoeta, dos victorias que han situado al equipo dirigido por Imanol Alguacil a dos puntos de los puestos de Champions cuando aún tiene pendiente disputar el partido ante el Eibar en Ipurúa, aplazado por la contaminación del aire en la zona derivada del incendio en un vertedero próximo. Después de tres semanas de espera por el regreso de las competiciones europeas, un lapsus de tiempo que se ha hecho eterno entre los realistas a tenor de la escasa renta de la ida, los 'txuri urdin' afrontan la cita de Anduva como «un partido grande». «El más importante de este club en los últimos años», señaló Alguacil en la previa. Ambos equipos dispondrán de todo su arsenal, con la amenaza para la Real del eje Guridi y del talentoso Merquelanz, dos jugadores que ahora cedidos en Anduva, amenazan con aguar la fiesta realista.
La
Apenas transcurridos unos minutos,
El Mirandés apenas asomaba por las proximidades de la portería defendida por Remiro, pero el trabajo incansable del brasileño Matheus era un dolor de cabeza para
Mirandés
Limones, Alexander González (Carlos Julio, min. 61), Odei, Sergio, Franquesa, Malsa, Guridi, A. Sánchez (Marcos André, min. 72), Álvaro Rey (Mario Barco, min. 83), Matheus y Merquelanz.
0
-
1
Real Sociedad
Remiro, Zaldua, Elustondo, Le Normand, Monreal, Zubeldia, Merino, Januzaj, Odegaard (Guevara, min. 90), Oyarzabal (Barrenetxea, min. 78) y William José (Isak, min. 66).
GOL: 0-1: min. 41, Oyarzabal, de penalti.
árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Amonestó a Alexander González, Álvaro Rey y Mario Barco por el Mirandés y a Monreal, William José, Januzaj y Zaldua por la Real Sociedad.
incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Copa del Rey disputado en Anduva.
Cuando está en juego una final la responsabilidad pesa y las piernas no funcionan igual. Es en ese momento cuando se espera a los mejores, en el caso del Mirandés al
La igualada parecía justa a tenor de lo visto pero la eliminatoria se iba a empezar a decantar para la Real con un penalti tan evidente como absurdo de Malsa. Zaldua dobló a Januzaj por banda derecha y armó el centro, que se topó de lleno con la mano del centrocampista francés del Mirandés.
La eliminatoria pudo quedar sentenciada nada más reanudarse el partido, mediante una acción típica de
Puestos a jugársela, Iraola apostó por un dibujo con dos delanteros y situó a Marcos André junto a Matheus, pero el Mirandés apenas fue capaz de generar peligro frente a
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