Simeone sufre la primera revuelta del Metropolitano

La división en la grada quedó patente durante el duelo de Champions del martes ante el Bayer Leverkusen. Los sonoros abucheos al preparador argentino y a un emblema como Koke al ser reemplazado por Morata no se conocían desde que aterrizó el Cholo en diciembre de 2011 después de que el equipo dirigido por Gregorio Manzano fuera apeado de la Copa por el Albacete, un segunda B..

El clima de guerra civil entre los seguidores reaparece tras haber pasado a mejor vida con Simeone, elevado a los altares como un dios del Atlético. Sí era un clásico antaño, cuando una parte del Calderón exigía el «pescuezo» del presidente Enrique Cerezo y arremetía contra la familia Gil, y otro sector defendía a los dirigentes. Con Simeone, ganador y tribunero, llegaron los buenos resultados, el compromiso hasta el límite de la plantilla y la comunión con la grada.

Hasta ahora, salvo excepciones aisladas, nadie protestaba cuando desde el Fondo Sur tanto del Calderón como del Wanda Metropolitano, ubicación de los hinchas más fanáticos, se le coreaba al argentino partido a partido. Sin embargo, ya en el empate del sábado frente al Valencia se dejó notar una parte del respetable que silbó al entrenador. Nada comparable con la división mostrada en el tedioso duelo ante los alemanes, salvado por la cabeza de Morata.

Tanto las protestas al técnico como las primeras discrepancias con Koke, toda su vida ligada al club de sus amores y con trato en vigor hasta 2024, recibieron contundente respuesta por parte los radicales, con acusaciones de «vikingos y madridistas». Como si quejarse por el pésimo juego significase cambiarse de chaqueta y apoyar al eterno rival. Surrealismo colchonero.

Desde el vestuario, mandan un mensaje claro: «Estamos a muerte todos, hay que remar juntos». Una cohesión puesta de manifesto cuando marcó Morata, después de dos meses sin ver puerta, y corrió hacia el banquillo para abrazarse con Simeone y con Koke. «Eso fue una síntesis de lo que se ve en el campo», resumió después el técnico.

Dice sentirse bien porque considera que «hay pasión en el club», pero Simeone está preocupado. Trata de cerrar filas de cara al exterior, recuerda que esta afición también silbó al Cholo jugador y a símbolos de la talla de Luis Aragonés, Kiko o Caminero, y lo achaca a la espontaneidad que caracteriza a los colchoneros. Añadió que, superado algún mal trago puntual, en la calle luego será unánime el agradecimiento a Koke «por todo lo que ha dado y seguirá dando».

Invicto y muy cerca de octavos en la Champions, en Liga se trata del peor arranque con Simeone. El Atlético está a tres puntos del líder pero fuera de la zona Champions, con apenas ocho goles marcados tras nueve jornadas. Sólo el Leganés, Espanyol, Celta, Mallorca, Alavés y Osasuna han visto menos puerta. Muy lejos de los dos comienzos más goleadores con el Cholo: los 21 tantos a estas alturas de las campañas 13-14 (la del título liguero) y 16-17. El entrenador pide «un paso adelante y trabajo, mucho trabajo.»

El Wanda ha pasado de ser un fortín -la temporada pasada el Atlético sólo empató tres partidos en LaLiga y perdió uno ante sus incondicionales- a ser un feudo vulnerable. El Celta, Real Madrid y Valencia, de forma consecutiva, ya se han marchado con un punto en el bolsillo. De ahí que el Atlético sólo haya ganado uno de sus cuatro últimos duelos y tres de los últimos nueve. «Sabía que teníamos mucho trabajo por delante. Hay algunos que buscan culpables y hay otros que eligen trabajar», abundó el entrenador argentino en su discurso.

Superado el escollo del Leverkusen, el sábado aparece en el horizonte el rocoso Athletic de Garitano y Patxi Ferreira, un ídolo también para los rojiblancos madrileños. Un equipo bien armado, también con falta de gol, que el curso pasado mereció bastante más que la derrota final por 3-2. A la conocida baja de Joao Felix, el joven líder de este proyecto atlético, se suman los problemas en el centro de la zaga.

El montenegrino Stefan Savic fue baja ante levantinos y alemanes por un problema en los isquiotibiales y José María Giménez se retiró el martes molestias en el muslo derecho. Además, tanto Felipe como Mario Hermoso acabaron el duelo ante el Bayer tiesos.. «Jugó una defensa completamente nueva pero respondió con tenecidad y concentración», se felicitó Simeone tra una victoria que mitigó las protestas.