Primera victoria de la temporada para el Tubos Aranda en un partido de infarto

Primera victoria para el Tubos Aranda de la temporada en un partido de infarto en Guadalajara. Con momentos de dominio, agonía y épica, el cuadro ribereño se trae de vuelta los dos puntos tras vencer a Impulse BM Guadalajara (34-35). Después de lograr una ventaja de seis tantos sobre el equipo local, los ribereños tuvieron que reaccionar a una remontada por parte del Guadalajara que dio la vuelta al marcador.

Fue Dalmau Huix quien a falta de apenas tres segundos decantó el partido. Mención especial a Maxym Vyunyk, cuya parada en la ocasión previa cambió por completo el desenlace.

Asediar, sufrir y vencer. Ese podría ser el título de la película. O tal vez «98 significan dos puntos«. A pesar de las limitaciones de aforo, el Tubos Aranda volvió a sentirse como en casa. Los partidos se ganan sobre la pista… Y se deciden desde la grada. 98, o tal vez alguno más, fueron los valientes que se desplazaron hasta el David Santamaría. Para el recuerdo se llevarán la primera victoria del equipo en Liga Plenitude, pero a la manera más puramente arandina.

El encuentro arrancó con un dominio claro del Tubos Aranda, que supo llevarse los constantes asaltos de posesiones cortas pero dinámicas. Aunque Poveda dio alas a los morados y sus goles propiciaron los dos únicos escenarios en los que Guadalajara se puso por delante del luminoso. A partir de entonces, con el minuto 11 sobre el cronómetro (10-10), el choque tuvo la primera de las tres facturas decisivas.

Un gol de Santi Mosquera atrajo una ventaja que poco a poco fue escalando hasta los cinco dianas. Ni los tiempos muertos de Requena, ni la buena portería rival, provocó que la segunda unidad llevara al alza el buen trabajo del equipo. Rubén Fernández, David López, Pinillos, Samu Saiz… Todos ellos fueron los protagonistas de los 300 segundos restantes. Aprovechando el momento crítico de los locales, unidos al gran despliegue al contraataque resultaron más que suficientes para marcharse a vestuarios con 18-23.

Un momento dulce que se mantuvo durante los primeros diez minutos de la segunda mitad (23-27). Histórico inmediato ligeramente beneficioso para un Guadalajara que poco a poco fue entonando para ir reduciendo la diferencia. Un parcial de 6-1 que el propio Javi Márquez trató de cicatrizar provocó una factura significativa al nivel de provocar la delantera de los manchegos (28-27) y la pugna directa por los puntos. Un escenario tan impensable hacía cuestión de diez minutos, como emocionante para las gradas del David Santamaría.

Y los héroes aparecen en los momentos de apuros. El Tubos Aranda parecía volver a caer preso de las segundas mitades, los fantasmas se volvían a aparecer… Pero Dalmau Huix, con la ayuda de Mx Vyunyk en portería, se encargaron de evitar lo que podría haber sido una catástrofe. Con diferencias que apenas superaban el gol, la igualdad reinaba hasta que Hulk y Ojo de Halcón se enfundaron el disfraz. El ucraniano poniendo su cuerpo de manera magistral en un contragolpe de Pancho Lombardi, y el catalán… sacando el cañón a relucir para redondear una tarde mágica.

Corría el 28:41, y Javi Márquez solicitaba tiempo muerto. Tiempo parado para refrescar ideas y organizar un posible ataque definitivo. Y como si de un salto en la realidad se tratara, el crono llegó hasta el 59:52… Arthur Pereira con el balón en sus manos en el centro y a su izquierda, un Dalmau Huix ansioso de redondear su momento. De conseguir su primer triunfo en ASOBAL. De tener recompensada aquella valentía por la que firmó en su día por el orgullo del Tubos Aranda. Balón al catalán desde el costado izquierdo y derechazo a la escuadra zurda del arquero. No era un gol cualquiera, era el gol de la victoria (34-35).

Aunque Guadalajara intentó la histórica con dos segundos por delante, nada pudo evitar el júbilo burgalés. La alegría, esa emoción tan difícil de describir, pero que aún así se apoderó del color amarillo. Daba igual afición que jugadores, que cuerpo técnico, la comunión dejó una celebración para el recuerdo. La que recompensa tanto y tanto esfuerzo, la que saca al Tubos Aranda del farolillo rojo. Un farolillo rojo que puede quedar todavía más lejos el próximo viernes, en el que estará en juego la primera victoria como local frente a BM Granollers.

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