Aparejadores RC: Un lustro de sueños cumplidos

Si en aquellas dos finales, también jugadas en el mítico Pepe Rojo de Valladolid, el Aparejadores estuvo por delante en los dos encuentros durante 80 minutos de juego y el VRAC se llevó el triunfo en los segundos finales, en esta ocasión el Quesos Entrepinares estuvo siempre por delante en el marcador hasta que Carrió le dió los puntos finales a los burgaleses para superar a un súper equipo.

El mérito de esta victoria es de los jugadores y del técnico José García, pero mucha culpa de ser campeones de la Supercopa la tienen el público que se desplazó en masa a Pucela y el pasado de este club. Y es que hace 53 años este deporte echó a andar en Burgos, siempre ligado a los estudios universitarios.

El rugby, sin embargo tuvo arraigo en la ciudad mucho antes, en los años 20 del siglo pasado. Como siempre, culpa de los ingleses. Se empezó a jugar al rugby casi al mismo tiempo que al fútbol. Y de la mano de los obreros británicos que estaban construyendo el Burgos el ferrocarril.

Pero fue en los años 70 cuando el rugby dio un paso adelante de la mano de los míticos Manuel Rivas 'Patas' y Jesús Gadea 'Chucho' que congrearon en torno a la Politécnica de la zona de Vigón (entonces) a un grupo de estudiantes universitarios que ya habían dado las primeras patadas en sus ciudades de origen.

Algunos colegios y barrios también se iniciaron en este deporte, centros como Jesuítas, Porcelos o el Círculo y en zonas urbanas como en Vadillos que tenían cerca el campo de deportes detrás del actual colegio Francisco de Vitoria, en el polígono docente. Y nacieron más tarde el Aparejadores y el Burgos Rugby.

En los años 90 se coqueteó con el ascenso a la División de Honor, pero no fue hasta bien entrado el siglo cuando se consiguió. Y desde entonces el crecimiento del club ha sido exponencial. La primera fase de ascenso se perdió con La Vila; pero la segunda fue un paseo militar y el ascenso en 2018 fue muy merecido. Un lustro de triunfos y de crecimiento.

Detrás de toda esta historia hay hombres y nombres. Nadie puede olvidar el enorme trabajo de los actuales directivos, como Miguel Ángel Manso y su equipo. Como nadie puede olvidar tampoco a Iñaki Sicila y a Levi Moreno que tiraron de las riendas de este club con genialidad y maestría hasta colocarlo en la elite.

Si en 2021 el subcampeonato de Copa era un sueño hecho realidad y todos volvieron felices pese a a la derrota en el espectacular Carlos Belmonte de Albacete. Ahora, el doble subcampeonato de Liga y Copa en la 22-23 y consecución de la Supercopa de España es más que un sueño. Es la realidad hecha XV. Burgos se rinde a los supercampeones de España. Gloria y honor.