El Recoletas UBU no puede con la épica y cae en la final de Liga

La intensidad en una final no se negocia y eso dejaron claro ambos conjuntos desde el inicio del choque. Sin embargo el primero en golpear fue el VRAC Quesos Entrepinares, que en apenas siete minutos tomó la delantera en la carrera por el título con un ensayo de Michael Stringer y una transformación de Balta Taibo (7-0).

El inicio de los queseros fue mejor, pero los burgaleses no le perdieron la cara al encuentro. Así, fueron poco a poco ganando terreno y buscando la manera de superar la defensa pucelana. Zabalegui fue el primero en animarse a sumar puntos para los visitantes con una patada de castigo de 41 metros, pero el oval se le fue por poco y no logró inquietar a los locales, que seguían defendiendo la renta conseguida.

La intensidad y la igualdad era palpable en las melés, donde ambos conjuntos ganaban las que disputaban. El VRAC estuvo a punto de lograr el segundo ensayo gracias a una jugada exquisita conducida por Martiniano Cian, pero la defensa burgalesa pudo frenarle a tan solo cinco metros de la línea de ensayo. El peligro local rondaba la zona defensiva burgalesa, pero no el Recoletas Burgos no se puso nervioso.

De esta manera, tras pasar el minuto 30, llegó la jugada que pondría las tablas en el marcador de Pepe Rojo. Los gualdinegros lanzaron el ataque y provocaron el avant del VRAC. De esta manera, Tani Bay encontró la manera de llegar hasta la línea de ensayo y dejar el tiro a palos muy centrado para que Zabalegui lograse poner el 7-7.

El ensayo visitante sentó mejor a los de Burgos, que tomaron aire y confianza para lanzarse a buscar el título. De esta forma encajonaron al VRAC en su línea de 22, desde la que terminó llegando el segundo ensayo tras resistir los gualdinegros a los placajes, Carrió logró la transformación. El TMO (el videoarbitraje del rugby) entró a revisar la jugada y decidió que el ensayo era válido. Zabalegui transformó la patada y colocó el 7-14 que daba aliento a los visitantes al filo del descanso.

A punto estuvo de variar este resultado, pero en la última jugada de la primera mitad, cuando Pepe Rojo ya celebrara el segundo ensayo del Quesos el oval se le escurrió entre las manos a Huber antes de poder posarlo sobre el césped. Esto permitió a Aparejadores marcharse a vestuarios con una ventaja que se antojaba corta.

Y a la vuelta del descanso la segunda mitad comenzó como lo había hecho la primera: con ensayo del VRAC. La segunda mitad arrancó como el primer tiempo, con el ensayo del VRAC, el segundo en su cuenta. Apenas había comenzado el segundo periodo cuando Gavidi posó el oval en la zona de ensayo y Balta Taibo transformó el lanzamiento a palos para empatar el partido (14-14), tocaba volver a remar.

No tardaron en reaccionar los burgaleses, gracias a una carrera de Carrió que pescó un oval que se escapaba, recorrió metros y encontró un hueco por la defensa quesera para que Tani Bay anotara un nuevo ensayo (14-19, min.50). El propio Tommy Carrió se encargó del lanzamiento a palos, pero no logró transformarlo a pesar de que el oval estaba centrado.

Los vallisoletanos pudieron ponerse por delante en el electrónico de nuevo, pero el TMO anuló un ensayo local al entender que había un adelantado previo. Así, la defensa del Recoletas se hizo fuerte y aguantó cada una de las embestidas de los locales que no cejaron en su empeño de darle la vuelta al marcador. Quedaban 20 minutos cuando el asedio local era notable, pero los gualdinegros trataban de resistir sobre el césped de Pepe Rojo.

A menos de diez minutos para el final, la insistencia de los vallisoletanos encontró su premio y Moala con un ensayo y Taibo transformando la patada cambiaba las tornas de nuevo (21-19). Sin embargo, duró poco la alegría en la casa quesera, apenas tres minutos después Canepa se coló por el centro para habilitar a Rocaries que, después de liberarse de un par de defensores, adelantó de nuevo al Recoletas UBU. Carrió no falló esta vez y colocó el 21-26 a dos minutos del final.

Pero ahí la épica volvió a ser la invitada estrella del encuentro. Los vallisoletanos, curtidos en estos encuentros, pusieron a los burgaleses contra las cuerdas y sus miedos. El más reciente, el final de la Copa del Rey. La defensa visitante era prácticamente infranqueable, pero los vallisoletanos no dejaban de avanzar y así consiguieron poner el 26-26 con un ensayo que condenaba a decidir el campeón en la prórroga tras no lograr transformar el tiro a palos.

Y en la prórroga pudo pasar de todo. Los primeros diez minutos estuvieron del lado burgalés, en el que Nico Rocaries consiguió su segundo ensayo tras una buena carrera, de nuevo, de Tommy Carrió. El pateador burgalés no logró la transformación del tiro a palos y dejó todo abierto (26-31). El VRAC no quería rendirse y repitió, de nuevo, el final del encuentro. Empujando sin descanso los queseros lograron el ensayo de la mano de Ewart Pottgieter. Taibo tranformó el lanzamiento y colocó el 33-31 en el marcador. Además, los burgaleses debían jugar los últimos diez minutos con un jugador menos por amarilla a Noah Canepa.

Las fuerzas estaban menguadas y la segunda mitad de la prórroga pesaba como una losa en las piernas. Sin embargo el partido todavía dejó tiempo para un chispazo, en este caso de Miguel Lainz, que sacó fuerza para completar una carrera de 60 metros sorteando a todo aquel que salía a su paso para anotar un nuevo ensayo. Taibo no falló y colocó el que parecía definitivo 40-31. Sin embargo Recoletas no había dicho la última palabra y una patada de Carrió en la jugada siguiente ajustaba el marcador a 40-34 a falta de cinco minutos para el final.

Pero los intentos de unos y de otros fueron infructuosos. El cansancio y el desgaste de un partido a la épica por parte de ambos conjuntos no dio tregua y los más de 100 minutos jugados pesaron demasiado en las piernas de ambas escuadras que no pudieron hacer más por cambiar el resultado final. Así, el Recoletas Burgos Universidad de Burgos vio cómo se le volvía a escapar el título después de haberlo rozado con la palma de la mano.