El primer gol por el ascenso lo mete la afición del Burgos CF

De esta forma, Almendralejo, un municipio con poco más de 30.000 habitantes, se ha convertido en una verdadera fiesta del fútbol burgalés. Desde el sábado, la presencia de blanquinegros por sus calles ha cambiado la fotografía de la localidad, que ha visto cómo sus hoteles colgaban el cartel de no hay habitaciones ante la avalancha de reservas que se dieron tras conocer la sede del encuentro entre Burgos CF y el Bilbao Athletic.

Así que lo que está ofreciendo Almendralejo en las últimas horas es la imagen de hosteleros simplemente contentos. Trabajo no les está faltando y, desde la tarde de ayer, su realidad, tras 14 meses de pandemia, es bien distinta a lo que sucedía semanas atrás. De hecho, la noche del sábado fue bastante animada, con burgaleses que aprovecharon el encuentro para conocer la gastronomía y el patrimonio de Almendralejo y sus alrededores.

Y en hacer turismo, Mérida se ha llevado la palma. Hasta tal punto, que muchos aficionados optaron por reservar directamente hotel en la capital extremeña para compaginar deporte y turismo. De es forma, la tarde del sábado y la mañana del domingo han servido para que aficionados del Burgos se acercaran a conocer el teatro romano.

Precisamente ambas localidades están colonizadas por burgaleses. Desde familias enteras, incluidos bebés, hasta grupos de amigos, que tienen como objetivo común ver a su equipo, desde esta noche, en Segunda División.

Una presencia de burgaleses que ha superado en gran medida a la afición del Bilbao Athletic. Un filial no mueve tanto, aunque también se han dejado ver camisetas del conjunto vasco.

Aun así, el primer gol por el ascenso a Segunda lo ha metido la afición del Burgos CF.