Así ganó el Burgos CF un partido con solo un 17% de posesión de balón

También agrandó la gesta de José Antonio Caro, que ha superado el récord de imbatibilidad de Mikel Saizar de la temporada 17/18 como portero blanquinegro que tenía fijado en 866 minutos. El guardameta alcanza ya los 900 minutos y aumenta en 145 el récord de imbatibilidad que ostentaba Claudio Bravo al inicio de una temporada.

Y todo esto en un partido en el que los andorranos dominaron el balón y el Burgos CF vio cómo tuvo que reajustar su esquema con respecto a otros partidos de esta temporada.

Para conseguir llevarse el botín del Estadi Nacional hasta orillas del Arlanzón Julián Calero cambió el dibujo y a seis jugadores. Mantuvo sus piezas centrales principales y a Curro Sánchez, uno de los elementos más capaces para el posterior plan de partido. Con el 1-4-3-3 que dibujó en el verde pretendió poblar el centro del campo para igualar las fuerzas ante el Andorra, que suele jugar con tres mediocentros y vertebra su idea de juego a través de la posesión.

Los tres mediocentros que alineó Calero (Elgezabal, Raúl y Mumo) son futbolistas de orden táctico y sacrificio defensivo. A esto se le añade que el míster fue capaz de adaptar el juego de sus hombres a las necesidades que provocaba el juego del rival también en la línea ofensiva. Este miércoles Mourad sirvió de punto de referencia como una boya en medio del mar para cazar los envíos aéreos o para servir la prolongación hacia Curro y Bermejo, los jugadores más técnicos y aptos para correr a los espacios y segundas jugadas que el propio Mourad podía facilitarles.

El entrenador blanquinegro sabía que disputar la posesión al Andorra iba a ser algo baldío, por lo que apostó por un plan de partido de bloque bajo y, como acostumbra, por juntar líneas. Esto hizo que Mourad apareciera algo aislado cuando recuperaba el balón y que Curro y Bermejo partieran con muchos metros por delante. Sin embargo, el plan salió a pedir de boca porque mientras el Andorra tocaba el balón alejado de la portería de Caro, Curro Sánchez y Álex Bermejo fueron capaces de generar transiciones peligrosas en la primera mitad.

Al descanso el porcentaje de la posesión del esférico se encontraba en 77%-23% a favor de los locales, pero, en cambio, los andorranos no habían firmado ninguna ocasión clara, mientras que los burgaleses se habían anotado ya una en su estadística particular.

Este dato es el claro reflejo de lo que ocurrió en la segunda mitad, donde ambas estadísticas se hicieron todavía más evidentes gracias al tempranero gol de Álex Bermejo. En un saque de banda largo de Borja González para Mourad, este profundizó, ganó la disputa del balón y lo sirvió al lado contrario, en el que apareció Álex Bermejo aprovechando el mal balance defensivo del Andorra. Desde entonces, el Burgos CF se parapetó; construyó un muro frente a la posesión radical del Andorra. El conjunto de Eder Sarabia sumó y sumó pases, casi 800 en total, con un acierto alto (del 92%), pero no encontró nunca el camino por la disposición blanquinegra.

La posesión andorrana se fue hasta un 89% en la segunda mitad frente a un escaso 11% de los jugadores burgaleses, pero apenas en dos disparos exteriores Caro se tuvo que poner el mono de trabajo para evitar el gol. Para el resto, ahí estaba el bloque, que si bien se hundió con las dos líneas traseras bailando sobre la línea que delimita el área, lo hizo con acierto a la hora de defender el resultado.

A la postre, el Burgos CF solo daría 21 pases buenos de 47 en el segundo tiempo, dato que se encuentra lejos de lo que frecuenta, por ejemplo, un centrocampista en un partido y que mejoraron por sí solos siete jugadores de Calero ante el Alavés. Y aun así, tiró cinco veces, una entre los tres palos (la del gol), lo que habla muy bien de la determinación del conjunto a la hora de aplicar el plan de partido. Esta se ve también en los datos defensivos que deja el encuentro, según SofaScore: entre Zabaco, Aitor Córdoba y Elgezabal sumaron hasta 24 despejes y ganaron 12 de los 14 duelos en los que participaron, reflejo de su dominio del área y de lo que pasaba cerca de ella.

Unos datos asombrosos que atestiguan que la posesión no siempre es sinónimo de victoria. El Burgos CF logró la tarde del miércoles sumar tres puntos con un 17% de posesión total en el encuentro. La primera victoria a domicilio llegó en un partido en el que los balones no pasaron por los jugadores blanquinegros.