El Burgos CF no quiere ser Papá Noel antes de tiempo en Copa

Para evitar dejar un regalo navideño anticipado este miércoles al Arenteiro, Jon Pérez Bolo ha subrayado este martes que el equipo debe igualar en intensidad e ilusión al cuadro gallego para poder pasar la eliminatoria. Apretará con 1.550 gargantas el Estadio Municipal de Espiñedo para intentar la machada de dejar fuera a un Segunda División en una competición con la que mantiene un especial idilio. Aunque los burgaleses tampoco caminarán solos. Los de Bolo estarán arropados por 50 irreductibles blanquinegros que viajarán a Carballiño para apoyar al equipo.

El encuentro, aunque casi sin tiempo de descanso, llega en uno de los mejores momentos de la temporada, con una racha de cuatro partidos sin conocer la derrota y tras romper el maleficio como visitante este domingo ante el Amorebieta en liga. Allí, el Burgos CF demostró el aguante suficiente para llevarse los tres puntos y vencer esa barrera psicológica a domicilio, hecho que a buen seguro supone un chute moral de cara a esta choque de la Copa de SM El Rey.

Estarán sobre el césped los menos habituales, así lo ha asegurado Bolo este martes en la rueda de prensa previa, quien ha mostrado plena confianza en el nivel de la plantilla y, sobre todo, ha dejado claro que quiere que sus pupilos se tomen en serio este partido. Además, cuentan con la experiencia del estreno en la competición, que no fue tan sencillo como la diferencia de categoría auguraba, y en el que el Burgos CF tuvo que sobreponerse al susto inicial del autogol en el José Rico Pérez para vencer en Alicante al Hércules por 1-2.

Pero el equipo de mañana será otro, así como su campo y, sobre todo, su estado de forma. El conjunto orensano -que también jugó el domingo- llega al duelo con los blanquinegros con una racha de siete jornadas sin perder y con victoria en sus tres últimos compromisos ligueros. La última de ellas tuvo lugar esta pasada jornada por 2-0 ante la U.E. Sabadell en el Municipal de Espiñedo, un campo que no ve perder a su equipo desde el 16 de septiembre. Además, en la anterior jornada, el Arenteiro asaltó el Anxo Carro (0-1) para llevarse el derbi gallego ante un recién descendido como el Lugo de Munitis, rival copero del Mirandés en esta ronda.

Pese a esta espectacular dinámica de resultados, los de Javi Rey ocupan la séptima posición de la tabla del Grupo I de la 1ªRFEF y accedieron a esta segunda ronda con un ajustado 0-1. Los orensanos consiguieron llevarse la eliminatoria en un igualado partido ante el Real Áviles en el que supieron hacer bueno el tanto de Marquitos en el minuto 32.

Con el recelo de enfrentarse a un rival extramotivado por la diferencia de categoría, en un campo de inferior nivel y con el cansancio acumulado tras la jornada liguera, Bolo ha avanzado que no quiere paliativos para escudarse en caso de posible derrota burgalesa en Orense. «No somos mucho de poner excusas, el campo es el campo, si está embarrado también lo está para ellos, las dimensiones son iguales para los dos. Tenemos que adaptarnos lo más rápido posible. Esto es la Copa y unas veces te toca jugar en un campo mejor y otra en un campo peor, pero hay que ir a por todas», ha insistido.

Así las cosas, el Burgos CF afrontará un examen de seriedad este miércoles en el Municipal de Espiñedo ante el Arenteiro en el que los blanquiengros no quieren hacer regalos anticipados de Navidad para ganarse su hueco en la siguiente ronda de la Copa y tener la posibilidad de medirse a un Primera a orillas del Arlanzón.