El Burgos CF pone fin a la era Caselli

La reunión, que inicialmente estaba convocada ayer martes, tuvo que posponerse hasta esta tarde ante la ausencia del notario propuesto por la propia sociedad Yucon para dar fe de los acuerdos, que no logró conectarse por vía telemática. Solventado ese problema, en poco más de media hora se ha llevado a cabo una Junta cuyo principal punto pasaba por el traspaso de poderes.

Cinco han sido los consejeros que han dimitido (el presidente Franco Caselli, Bruno Caselli, Fernando Cassina, Francisco Altemir y Diego Díaz, que presentó su dimisión el pasado 18 de diciembre), y cinco son los nuevos miembros del Consejo. Se trata de Miguel Ángel Benavente, Nacho San Millán, Rodrigo Santidrián, Julián Alonso y Jesús Martínez Nogal, miembros todos ellos de la sociedad Yucon Business, que acapara el 83% de las acciones.

Serán ellos quienes, a partir de la firma del acta de la Junta, asuman el control total sobre el club después de que durante meses hayan estado trabajando en la sombra, inyectando capital a la entidad para mantener con vida el proyecto. Ese era, de hecho, el objetivo que perseguían los empresarios burgaleses desde hace varias semanas, habida cuenta de las urgencias que arrastra la entidad.

Queda por decidir, en todo caso, quién será el presidente del club. De momento, Benavente, portavoz de la sociedad, ha asegurado que la decisión «todavía no está tomada», pero también ha reconocido que hay «muchas posibilidades» de que el elegido sea Santidrián.

Lo que está claro es que el Burgos CF ha cerrado hoy una etapa plagada de luces en lo deportivo y sombras en lo institucional. De hecho, a tenor de los acontecimientos de los últimos meses, incluidos varios cruces de declaraciones entre los representantes de Yucon y los Caselli y la presentación de una querella contra la familia argentina por administración desleal, se aventuraba una Junta de Accionistas tensa.

Lejos de ello, ambas partes han rebajado la tensión, hasta el punto de que Antonio Caselli se ha referido en varias ocasiones a los miembros de Yucon como «socios y amigos» y ha apoyado, en su condición de representante de Football Succes Case SL, sociedad todavía propietaria de alrededor del 10% de las acciones, todas las propuestas del grupo de empresarios burgaleses, incluida la retirada de dos puntos del orden del día que los accionistas mayoritarios quieren revisar, como son la concesión del estadio municipal de El Plantío y la aportación de capital.

En este sentido, Caselli ha aprovechado el turno de preguntas, que apenas ha dado respuesta a las numerosas inquietudes planteadas por el resto de accionistas, para despedirse de Burgos y del Burgos, repasando los «éxitos» y los «numerosos errores» cometidos.

«Cuando llegamos», ha asegurado, el conjunto blanquinegro acumulaba numerosos años de decepciones y la ciudad estaba «poco identificada» con el equipo. Dos años después, ha subrayado, «el Burgos CF está en Segunda División» y ha multiplicado su valor, ha añadido Caselli antes de decir «adiós y perdón» por los «errores» cometidos.

Sea como fuere, la salida de la familia Caselli no era sino la crónica de una muerte anunciada, habida cuenta del actual reparto accionarial. Sin embargo, aún son muchas las incertidumbres que rodean al club, sobre todo en el apartado económico. Y es que, el hasta hoy director general del club, Fernando Cassina, apenas ha detallado la situación financiera de la entidad, asegurando que será la auditoría que se está realizando la que ponga negro sobre blanco.

Eso sí, el propio Cassina ya ha puesto una cifra sobre la mesa. Según él, la deuda del club asciende hasta aproximadamente los 6 millones de euros. Más de la mitad de esa deuda (3,6 millones) corresponde a gastos deportivos de esta temporada. A ese montante hay que añadir 1,6 millones de euros derivados de denuncias e impagos a jugadores, técnicos y la FIFA. Y otros 800.000 euros corresponden a deuda con diferentes acreedores, según ha adelantado.

Y todo eso, teniendo en cuenta que la familia Caselli, según ha subrayado el propio Antonio Caselli a preguntas de los accionistas mayoritarios ha inyectado «7,5 millones de euros» en el Burgos CF desde su llegada, incluyendo la propia compra del club y las posteriores aportaciones realizadas.

Con todo, el Burgos CF abre hoy una nueva etapa, comandada por los empresarios burgaleses integrantes de la Sociedad Yucon, que deberán dar respuesta a los numerosos frente abiertos en las últimas semanas. Y todo ello, mientras el equipo prepara ya su asalto a Segunda División con Julián Calero y 'Michu' al frente de la gestión deportiva.