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Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
Los primeros viajeros del Ave Burgos-Madrid han salido a las 7 horas de este 2 de julio. GABRIEL DE LA IGLESIA

El Ave ya vuela entre Burgos y Madrid

Tras la inauguración oficial de la línea por parte del Rey Felipe VI, hoy ha entrado en servicio el tramo de Alta Velocidad entre Venta de Baños y Burgos, que reduce sensiblemente el tiempo de viaje hasta Madrid

Viernes, 22 de julio 2022, 10:31

Son las 7 en punto de la mañana del viernes 22 de julio de 2022. Hoy, tras 13 años de obras, más de dos décadas de promesas y retrasos y una inauguración oficial presidida por el Rey Felipe VI, ha entrado en servicio la linea ... de Alta Velocidad entre Venta de Baños y Burgos, una infraestructura largamente demandada que permite reducir sensiblemente los tiempos de viaje entre la ciudad del Arlanzón y Madrid. De hecho, el Ave es desde ya mismo la forma más rápida de llegar a la capital española, con un trayecto de poco más de hora y media.

Eso es precisamente lo que ha tardado el primer servicio comercial de la línea que ha salido puntual de la estación Rosa Manzano y ha llegado a Chamartín según el horario previsto tras alcanzar 303 kilómetros por hora en algún punto del recorrido. A bordo del tren, un Ave de la serie 112 que se puso en servicio hace una década, viajaban 90 personas, incluyendo a numerosos periodistas burgaleses, ávidos de contar un viaje sin duda histórico.

El sol estaba empezando a despuntar cuando el Ave abandonaba el complejo ferroviario de la capital y enfilaba hacia Venta de Baños por el valle del Arlanzón. Apenas unos minutos después de abandonar la capital, el tren alcanzaba velocidad de crucero, atravesando sin pestañear algunos hitos de la línea, como el viaducto sobre el Arlanzón en Frandovínez o el falso túnel de Las Calbezadas en Estépar, que tantos quebraderos de cabeza provocaron durante la ejecución de la obra.

Y en 38 minutos, Valladolid

Y así, casi sin que los pasajeros se dieran cuenta, el tren alcanzaba el nodo de Venta de Baños, desde donde enfilaba hacia Valladolid, atravesando un tramo ya operativo desde hace varios años y alcanzando la ciudad del Pisuerga en apenas 38 minutos. Una marca, sin duda, espectacular. Apenas un minutos después, el tren cerraba sus puertas y reanudaba su viaje con destino a Madrid y sin hacer ya ninugna parada en el camino, ni siquiera en la estación de Segovia -. Guimar, adaptada desde hace años a la Alta Velocidad.

Y mientras el Ave volaba por la línea a velocidades de en torno a 300 kilómetros por hora, los pasajeros se relajaban y disfrutaban de un viaje caracterizado por la comodidad. Sobre todo aquellos que viajaban en la sección Premium, que incluye un desayuno de 'autor'. Tortilla de champiñones, brócoli y tomate, acompañado de una mouse de chocolate, un trozo de pan, café y zumo. Sin duda, un buen provecho a esas horas. Comon no podía ser de otra forma, también había movimiento en el vagón cafetería, donde un puñado de personas apuraban sus cafés mientras el Ave atravesaba los campos de Castilla recién cosechados.

Unos campos que quedaban definitivamente atrás a las 8:15 horas, cuando el convoy, tras superar el complejo ferroviario segoviano, entraba 235 kilómetros por hora en los túneles de Guadarrama, una de las obras de ingeniería más complejas y ambiciosas de las desarrolladas en toda la historia en España.

Llegada a Chamartín

Y apenas 17 minutos después, el tren, que poco a poco había ido reduciendo su marcha, entraba en la estación de Chamartín. Eran las 8:33 de la mañana, en la capital se frisaban los 30 grados de temperatura y el primer Ave con salida de Burgos acababa de cumplir su servicio segíun el horario previsto y sin ningún sobresalto, más allá de la presencia de un ejambre de cámaras, bolígrafos y libretas pululando alrededor de los viajeros.

Y casi sin tiempo para pensárselo dos veces, mientras algún pasajero aprovechaba para hacerse un seflie junto a la cara de pato del Ave, el enjambre de cámaras, bolígrafos y libretas cruzaba Chamartín de lado a lado y se montaba en un Alvia de regreso a las tierras del Cid. Un tren en el que viajaban 260 personas y que también se ha visto beneficiado por la puesta en servicvio del tramo entre Venta de Baños y Burgos. No en vano, estos trenes, que desde hoy cuentan con varias frecuencias más, ya pueden circular a tope desde Burgos, recortando sensiblemente los tiempos de viaje. No tanto como el Ave, pero casi.

Llegada a Burgos

De hecho, el tren salía de Chamartín a las 8:43 de la mañana, alcanzaba Valladolid apenas una hora después y a las 10:35 entraba al fin en la estación Rosa Manzano. Menos de dos horas de viaje a pesar del rodeo que da la línea por la capital del Pisuerga.

Quien quiera regresar en el Ave, deberá hacerlo cualquier día de la semana a las 19:45. Esa es la única opción, ya que según ha quedado definido, sólo habrá una conexión diaria entre Burgos y Madrid a máxima velocidad, y con precios que van desde los 48 euros del billete ordinario hasta los 95,65 euros de la modalidad Premium. Un precio que, según la mayor parte de los viajeros «es caro», pero «merece la pena».

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