Y ahora, a la espera de los proyectos para enlazar con Vitoria

Y es que, en la misma semana en la que el rey Felipe VI preside la inauguración del Ave entre Venta de Baños y la capital del Arlanzón, el Consejo de Ministros acaba de dar un paso fundamental para el desarrollo del tramo hasta Vitoria, dando luz verde a la redacción de los proyectos básico y de construcción de la misma.

Se trata de un contrato valorado inicialmente en 27,3 millones de euros y dividido en cinco lotes, vinculados directamente con los cinco subtramos en los que se han dividido los poco más de 101 kilómetros entre Burgos y Vitoria (incluido el bypass de Miranda) en base a la última propuesta elaborada por los técnicos de Adif.

Una propuesta cuya ejecución material supondrá una inversión aproximada de casi 1.500 millones de euros y que incluye numerosas novedades respecto a la línea tradicional entre Burgos y el País Vasco. Y es que, tal y como quedó definido meses atrás, el Ministerio se ha decantado por la opción Oeste 2, que implica dibujar la nueva línea de doble vía varios kilómetros hacia el oeste del actual trazado ferroviario, atravesando localidades como Rubena, Quintanapalla, Rublacedo de Abajo, Rojas, Piérnigas o Cubo de Bureba.

Una vez superada toda la comarca de La Bureba, la nueva línea atravesará los Montes Obarenes a través de un complejo entramado de túneles y viaductos que permitirán alcanzar el valle del Ebro y conectar con un nuevo baypass en el entorno de Miranda. Y desde ahí, la línea enlazará con la variante ferroviaria de Vitoria. De hecho, los primeros proyectos de integración del Ave en la capital alavesa ya están en marcha.

Se trata de un tramo sensiblemente más complejo que el que se inaugura hoy. El paso por los Obarenes, la acumulación de infrarestructuras en algunos puntos, la existencia de varios accidentes geográficos que han de ser salvados y la presencia de varios yacimientos arqueológicos y espacios naturales protegidos condicionan el proyecto.

Así, en los planos iniciales de Adif contemplan la construcción de hasta ocho túneles, uno de ellos de casi cuatro kilómetros de longitud, así como un buen puñado de viaductos.

En todo caso, el acuerdo alcanzado el pasado martes por el Consejo de Ministros no es sino un primer gran paso para la materialización de una línea que aún tardará mucho tiempo en ser una realidad.

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