Vox sigue con la mano tendida al PP, esperando que «den el paso» para un acuerdo en Burgos

Ayala afirma «estar tranquila». Lo ha dicho en las diferentes entrevistas concedidas estos días. No quieren cerrar un acuerdo deprisa y corriendo y, además, considera que tienen tiempo para poder alcanzar un pacto. «Vemos más probable que sea más cerca del final que del principio», apunta, y la fecha tope es el 16 de junio (si apuran, el 17).

«Hay que ponerle tranquilidad. Estamos en ello, sin prisa pero sin pausa», asegura la candidata del PP, quien avanza que esta semana habrá nuevos contactos y, entonces sí, se empezará a hablar de programa. Ese primer encuentro fue solo una toma de contacto, queda por negociar todo, partiendo del programa y siguiendo con el equipo de Gobierno.

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Por su parte, en Vox están a la espera de que el PP mueva ficha, dado que consideran que es a ellos a los que les corresponde al tener 11 ediles, frente a los cuatro de Vox. Eso no quiere decir que el acuerdo esté hecho y, aunque confían en que no sea complicado, la formación recuerda que «sus votos no son gratis».

Lo han dicho por activa y por pasiva estos días. También insisten en que el Ayuntamiento debe ser «gobernable, y una ciudad en minoría no es gobernable», como lo ha demostrado el equipo socialista. Así que Vox insiste en que se debe de pensar en el futuro de Burgos, en el bien de la ciudad y de los burgaleses a la hora de llegar a acuerdos.

Y rechazan vincular las negociaciones en Burgos con las elecciones generales del 23J. Se trata de pactar sin mirar «si perjudica o no» para la cita electoral porque, de ser así, se estaría haciendo el juego a Pedro Sánchez. De todos modo, en Vox confían en llegar a un acuerdo con el PP y, reiteran, tiene que ser más sencillo que hace cuatro años.