Silvia murió a causa de la paliza, sin que hubiera negligencia médica

El primero de los médicos forenses se trasladó hasta el HUBU en la mañana del día 29 de abril de 2018, tras la llamada de un intensivista, «porque se sospechaba de una agresión y necesitaban un reconocimiento forense». Silvia Plaza había sido traslada esa madrugada y a las 2:34 horas fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por dos fuertes traumatismos en el cráneo y el abdomen. «Estaba en coma profundo», ha apuntado el médico forense. «El TAC del cráneo denota que había un sangrado profundo y una hemorragia muy grande. El cerebro estaba desplazado y había varias fracturas. En el abdomen había una hemorragia con dos o tres litros de sangre, más o menos la mitad de la que hay en un cuerpo humano», ha continuado.

A las 12 horas del 29 de abril, el forense exploró el cuerpo aún con vida e Silvia. «Estaba inconsciente, intubada, con ventilación asistida, con drenajes, un gran vendaje en la cabeza...», ha descrito el médico, quien no observó lesiones en los genitales. «Había un pequeño sangrado, pero no supe de dónde venía. Puede ser que los golpes afectaran al útero o de su última menstruación», ha proseguido.

Tras concluir la exploración, el médico solicitó los primeros análisis de sangre y orina (los extraídos al llegar al hospital), además de cortar las uñas y tomar muestras de la vagina. «Se confirmaron restos de cocaína y anfetaminas en la orina de la paciente», ha afirmado el forense.

Por la tarde, a las 18:53 horas se produjo la muerte cerebral de Silvia Plaza y abrió la posibilidad de la donación de órganos. «¿La extracción de órganos puede interceder en la investigación? Sí, por lo que solo se facilita si no intercede. Solo solicite las zonas de la cabeza, cuello y zona genital, por lo que eran candidatos el corazón, pulmones, páncreas y riñones», ha descrito el forense, que se llevó del hospital dos bolsas, una con los efectos personales y otra con la ropa de la víctima, entre los que «destacaban las bragas con desgarros posiblemente por el arrastre del cuerpo, la cazadora con manchas de sangre en el cuello y un pañuelo con manchas de salpicadura de sangre». «En el estudio biológico aparecen restos en la zona de la vagina de semen humano, que coincide con el de Julián David. No se puede afirmar que la relación, que sería entre el 27 y 29 de abril, fue consentida», ha confirmado el facultativo.

Asimismo, el mismo forense alabó el trabajo de los servicios médicos. «Se hicieron las cosas muy rápidas. La actuación intensivista fue perfecta», ha añadido el forense.