Y los burgaleses cantaron unidos en uno de los actos más solemnes de los Sampedros

Como bien manda el propio himno, los burgaleses han cantado unidos. «Cantemos unidos la insigne grandeza de nuestra Castilla, de nuestro solar...».

Los versos del poeta Marciano Zurita, musicalizados por el maestro Rafael Calleja, han sido entonados por miles de burgaleses en la plaza del Rey San Fernando, a los pies de otra de sus grandezas, la Catedral.

El canto del Himno a Burgos es uno de los actos más solemnes de los Sampedros. La ciudadanía unida, deja sus diferencias a un lado, e interpreta a viva voz el himno, ensalzando las grandezas de la tierra burgalesa. «Tierra sagrada donde yo nací, suelo bendito donde moriré, yo te prometo consagrarme a ti y dedicarte mis cariños mis cariños más fervientes, mis cariños y mi fe».

Se trata de uno de los actos que más une y más fervor causa. Precisamente por eso, la plaza de la Catedral se ha llenado pronto de burgaleses. No ha llegado tan a tiempo la corporación y la Corte de Honor. Con doce minutos de retraso, han comenzado a sonar las primeras notas del himno.

Anteriormente, la gente en la plaza abarrotada se impacientaba. Se han escuchado chiflidos y quejas. Algunas personas comentaban que no entendían por qué la interpretación del himno no se hacía, como otros años, después de la Ofrenda Floral, celebrada el día anterior, el 29 de junio, el día grande.

La interpretación popular del Himno a Burgos corre a cargo de la Banda Ciudad de Burgos, la Federación Coral de Burgos y la interpretación accesible la hacen posible los niños y niñas de la asociación Aransbur.

Tras la interpretación del Himno ha comenzado una mascletá pirotécnica, algo que ha sorprendido a muchos, a los que no se habían estudiado el programa de los Sampedros y también a los que no comprendían por qué era necesario un acto «tan molesto, mira a esos pobres niños cómo se tapan los oídos», comentaba una de las personas que se encontraba en la plaza.

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