La música del templete del Espolón amenizará el centro de Burgos los domingos

La idea tiene como objetivo aportar un hilo musical en la zona para que tanto ciudadanos como visitantes puedan deleitarse con las actuaciones o, si lo prefieren, escuchar la música mientras se disfruta de una consumición en los establecimientos hosteleros, un paseo con la mascota o la lectura de un libro.

«También se dispondrá de sillas para que las personas que deseen acercarse puedan sentarse y estar cómodamente solos o en grupo disfrutando de la música», ha comentado Álvarez.

«Queremos aportar una música animada para que la gente salga a la calle como mejor terapia para salud emocional y mental», ha asegurado Álvarez sobre una propuesta que requiere una baja inversión presupuestaria -menos de 1.000 euros- y de la que se espera que se puede obtener «un buen retorno».

Las jornadas musicales comenzarán este mismo domingo 24 de septiembre de 11:45 a 14:45 horas con la actuación de la Orquesta Papamoscas, que interpretará un repertorio basado en el Jazz y con un estilo similar a Rustic Blues Band o la Chistera.

La iniciativa servirá de prueba para examinar la respuesta que obtenga en estos primeros domingos -la intención es que se realice una vez al mes- y, en función de la misma, variar o modificar aquellos detalles necesarios para adaptarla a los gustos de los ciudadanos.

La concejala de Festejos también ha anunciado respecto a las tardes de baile que se han venido celebrando durante el verano que la cita de septiembre será la última en exteriores debido a la llegada de climatología más adversa durante los próximos meses.

De esta manera, el evento de este mes se celebrará en el Parque Félix Rodríguez de la Fuente -zona de la fuente- de 17 a 19 horas en un entorno que también contará con sillas para sentarse y con una «iluminación sencilla de lámparas de vela» para «dar encanto» a esta última jornada al aire libre.

La actuación también correrá a cargo de la Orquesta Papamoscas, esta vez con un toque más festivo y ochentero, más bailable para los asistentes a un evento del que Álvarez ha indicado que se quiere «dar un aire fresco» para «ampliar el abanico de asistentes» más allá de los que han acudido a las recientes tardes de baile «en las que gran parte del público superaba los cincuenta años».

La alternativa para octubre será trasladar la cita a un recinto para su celebración interior, una opción para la que «ya se barajan varios espacios tanto de titularidad municipal como cedidos por la Diputación de Burgos», que igualmente continuarán en la línea de hacer las tardes de baile «más modernas y apetecibles» tanto para los asistentes actuales como para otro tipo de público. «Aún no hay nada confirmado, estamos trabajando en ello», ha concluido Álvarez.