La Merced y Comuneros niegan tener alumnos afectados por el coronavirus

El director de La Merced, Javier Pérez, niega categóricamente el hecho: «En nuestro centro no hay ningún alumno enfermo ni en cuarentena, los que fueron de excursión a Italia no estuvieron en ninguna de las zonas de riesgo, de hecho se cambiaron los destinos para evitar Milán y Venecia«. Afirma además que todos los alumnos están asistiendo a clase »con normalidad « y que »nadie ha tenido síntomas ni ningún problema«. Pérez condena enérgicamente la difusión de noticias falsas »que alteran la tranquilidad de las familias y del centro«, tanto es así que anoche se vio obligado a emitir una circular entre las familias desmintiendo el rumor. Previamente había llamado a Sanidad para asegurarse de que, efectivamente, se trataba de una noticia falsa.

Por su parte el director del IES Comuneros de Castilla, Tomás Gómez, se muestra «decepcionado» al comprobar que hay personas «dispuestas a hacer daño a tanta gente de forma gratuita». Desmiente rotundamente el rumor de que alguno de sus alumnos se encuentra en cuarentena, «no tengo constancia de que haya nadie del centro ni afectado ni en vigilancia».

Reconoce que recientemente regresó una excursión «de una zona de riesgo moderado» de Italia, pero insiste en que «todos se encuentran bien». También confiesa que han recibido la orden de la consejería de Educación de «informar inmediatamente» si hubiera la más mínima sospecha. Gómez detalla que Educación ha dado instrucciones precisas a todos los centros educativos de extremar las medidas de higiene en colegios e institutos: «Hemos puesto más dispensadores de jabón desinfectante, no solo en los servicios y se tiene aún más cuidado con la limpieza y la desinfección».

Manifiesta que en el centro se está funcionando «con normalidad» y que las ausencias que hay en las aulas «son las normales por patologías como gastroenteritis y ese tipo de dolencias comunes». Gómez recalca que no entiende «el beneficio que se obtiene de difundir este tipo de rumores» porque «a veces hacen un daño irreparable» y «en nuestro centro hay 800 alumnos, más los trabajadores y las familias de todos ellos, nada justifica provocar intranquilidad en tantas personas», concluye.